-¿Cómo han ido los primeros días después de abandonar el Ebro?

-Estoy muy tranquilo y satisfecho por haber puesto el nombre del Ebro en el mapa de España.

-¿Cómo valoraría su trabajo durante estas seis temporadas?

- Ha sido un trabajo muy intenso y bonito lleno de mucho cariño hacia el club. Hemos currado mucho tanto yo como toda la directiva, aficionados, entrenadores y cuerpos técnicos durante estos años. Hemos ganado en campos muy complicados. Cuando comenzamos era impensable que el Ebro podría ganar en Mallorca, Alcoyano o Badalona.

-¿Qué le motivó a rechazar la oferta de renovación del club?

-Llevaba seis años al frente y es una carga de trabajo descomunal. Es una decisión personal porque creo que es el momento de que llegue otra gente. Empieza una nueva etapa en mi vida, de preparación para ver lo que hago al año que viene.

-Cogió el equipo en Tercera y en su primera temporada, el Ebro logró el ascenso a Segunda B.

-No es fácil meter al equipo en Segunda B en solamente un año. Fue una campaña muy bonita, no solo por el ascenso sino por los cuatro años que vinieron después a un nivel bastante alto.

-El club pasó de ser un equipo de barrio a un club profesional. ¿Es díficil gestionar ese cambio?

-Esto se ha conseguido con mucho trabajo y mucha dedicación por parte de todos. Además se hizo una gran búsqueda de jugadores y tuvimos a tres excelentes entrenadores. No hay otra fórmula para triunfar, solo hay que partirte la cabeza para poder poner al equipo en el escaparate.

- Y poco a poco el Ebro comenzó a luchar por cotas más altas.

-Pasamos de entrenar a última hora de la tarde porque la mayoría de los jugadores trabajaban a entrenar por la mañana. Los primeros años apostamos por jugadores de la tierra pero luego quisimos dar un paso más con jugadores tanto del mercado nacional como internacional para estar un poco más arriba y lo conseguimos.

-Incluso se dio el paso para convertirse en sociedad anónima.

-El club quiere optar por esa rama pero exactamente no conozco cómo va el proceso.

-Emilio Larraz logró mantener al equipo tres temporadas en la categoría pero decidió marcharse. ¿Fue difícil tapar su salida?

-Él mismo necesitaba un cambio de aires porque siempre había estado en el fútbol aragonés. Le dimos la oportunidad de entrenar en Segunda B e hizo tres años extraordinarios. Estabilizó al equipo en la categoría y estuvo a punto de meter al Ebro en el playoff pero pensó que era el momento de buscar una nueva experiencia y dio el paso para irse al Racing de Ferrol con el que está a punto de ascender a Segunda B.

-Llegó Manolo González, un hombre de su confianza.

-Conocía el trabajo de Manolo en el Badalona porque nos vimos las caras cuando entrenaba al Zaragoza en División de Honor juvenil y así establecimos una relación muy duradera. Sabía qué tipo de persona era y cómo trabajaba, así que decidí contratarlo para el Ebro.

-¿Influyó en su marcha la salida de Manolo González?

-Yo traigo a Manolo, que es un trabajador más durante un año y ya está. Su marcha es una cosa y mi salida es otra muy diferente. He cumplido un ciclo y mi cabeza necesita aire fresco.

-Al técnico gallego le costó encontrar los resultados.

-Fuimos últimos en la duodécima jornada pero la plantilla salió adelante con mucho coraje. El equipo jugaba bien pero los resultados no acompañaban. Quizás en otro club hubiesen decidido destituir al entrenador pero tomamos la decisión de confiar en su trabajo.

-Entre tanto, el Ebro juega una histórica eliminatoria de dieciseisavos de Copa ante el Valencia.

-Fue el éxtasis del club y la recompensa al trabajo realizado durante tanto tiempo. El Ebro estuvo a la altura de un equipo de Champions y no mereció perder ante un Valencia con varios titulares.

-¿Qué le ha pasado al Ebro para ser líder de la Liga como visitante pero no terminar de funcionar en El Carmen?

-En casa no ha habido un buen rendimiento. Si se hubiese conseguido alguna que otra victoria más, el Ebro hubiese estado entre los cuatro primeros. Desde la directiva apostamos por darle un vuelco al equipo buscando que jugase más al fútbol pero algunos jugadores no se han aclimatado ni a la superficie del terreno de juego ni a las dimensiones.

- ¿El Ebro está meditando jugar en otro campo?

-Me consta que la directiva está trabajando para jugar en otra instalación el próximo año. Mientras he estado en el cargo ningún partido político nos ha propuesto nada y nos hemos querido mantener al margen de todo.

-¿Cree que el club ha tocado techo o puede seguir creciendo?

-Ojalá siga creciendo. Yo me he ido del club pero la entidad se queda. El club está por encima de las personas que trabajan, que trabajaron y que trabajarán. El Ebro es una institución y debe seguir funcionando esté yo trabajando o no esté.

-Emart&Soccer va a trabajar con el Ebro la próxima temporada.

-No sé lo que va a hacer el club. Si ahora entra una agencia de representación u otra lo desconozco, he oído algo pero como cualquier aficionado lo ha podido escuchar.