Hace unas semanas Jesé habló del golazo de su "hermanito" ante el Alcorcón. Ese hermano es Omar Mascarell, canarios ambos y compañeros hasta hace bien poco de piso en Madrid al tiempo que estudiaban en el Colegio SEK El Castillo. Mientras Jesé ya ha cruzado la línea y ahora vive un momento de esplendor en el primer equipo, Mascarell es el jefe en la medular del Castilla, indiscutible para Toril y ahora para José Manuel Díaz. Además, con seis goles es el máximo realizador del equipo madridista, si bien cinco de ellos han sido de penalti, donde es casi infalible.

En Mascarell, que se declara admirador del fútbol de Cesc y de Zidane y un cinéfilo empedernido, habita un centrocampista con presencia física y muy buen trato de balón, el auténtico correo del Castilla entre la defensa y el ataque. Posee además un gran disparo y es un futbolista ordenado y de claro perfil táctico. Es decir, una joya por pulir que ha despertado el interés de varios equipos ya para llevarlo a Primera. Incluso la selección de Guinea Ecuatorial le tentó para debutar como internacional absoluto. Nacido en Santa Cruz de Tenerife (2-2-93), cuenta con familia paterna ecuatoguineana por lo que tenía la posibilidad de jugar en la selección de Malabo. Rechazó la propuesta y, de momento, es internacional en las categorías inferiores de La Roja.

Omar Mascarell llegó a la cantera del Real Madrid en el 2010 --tres años antes lo hizo Jesé, que es 24 días más joven-- y, tras estar a caballo entre el tercer equipo y el filial el curso pasado, donde además debutó a las órdenes de Mourinho en el último partido del portugués en la Casa Blanca ante Osasuna, el centrocampista ya se ha hecho indispensable en el filial. 25 partidos y 2.130 minutos en esta temporada así lo atestiguan. A sus 21 años recién cumplidos en el canario se adivina un futbolista con plenas condiciones para triunfar en la élite.