La lluvia no impidió que el zaragocismo se agolpase en el campo de Jumaya de Calamocha para ver a su equipo, aunque no fuera una versión de gala. Aún así, 1.250 seguidores blanquillos disfrutaron de una jornada de hermandad y de zaragocismo en vena.

Además, este tradicional partido, que cumplió ayer 16 ediciones, tiene muchas lecturas positivas, más allá del gran ambiente que siempre reina. Una es que llegan aficionados de todos los rincones de Aragón, como por ejemplo Carlos Laguna, presidente de la peña zaragocista Julián Delmás: «Hemos venido desde Monegrillo para disfrutar de este gran día para las peñas, de todo el ambiente y además para ver a los más jóvenes, cosas nuevas y a Julián, claro», comentó.

Aprovechando que es un partido en fechas veraniegas, es una ocasión de oro para que los más pequeños se acerquen a sus ídolos y no fueron pocas las familias con niños que se acercaron a Calamocha. Omar Ibrahim, por ejemplo, fue con su hijo de cinco años debidamente vestido con la indumentaria zaragocista: «Desde pequeño le he inculcado el zaragocismo y todos los años venimos. Además es una oportunidad para ver a los jóvenes, que se reivindiquen y tiren la puerta del primer equipo», cuenta. Lo mismo con Santiago Oroz: «He venido con mis dos hijos de seis y dos años para que puedan hacerse una foto con los jugadores. El mayor, de hecho, está obsesionado con el fútbol», comenta entre risas.

Tampoco se lo perdieron los calamochinos como José Martínez y Reinaldo Gimeno, dos acérrimos seguidores del Real Zaragoza a pesar de la distancia con La Romareda: «Somos abonados y vamos a todos los partidos que se puede. Es un poco difícil a veces porque en invierno las carreteras no están muy bien y el frío aprieta, pero aunque es un sacrificio en ocasiones, vamos a verlo», afirman.