Con más resignación que tristeza, Sergio Hernández lamentó la contundente derrota sufrida ante un Nymburk ante el que el Casademont peleó con un batallón demasiado diezmado. A las ausencias de San Miguel, Hlinason y Harris, que se quedaron en Zaragoza, se unió la temprana pérdida de Javi García, lesionado, lo que incrementó considerablemente el nivel de dificultad de la empresa. «Hemos tenido que recurrir a Brussino para hacer de base durante algunas fases del partido y todas esas ausencias han hecho que tuviéramos un basket desnaturalizado y muchas dificultades para parar a un equipo que tiene unos altísimos porcentajes de tiro», indicó el técnico del conjunto aragonés.

Para Hernández, el Nymburk sacó partido, principalmente, de situaciones de uno contra uno, así como en el pick and roll. «No pudimos disimular esos momentos de ventaja para ellos», admitió. En el aspecto ofensivo, además, el Casademont tampoco anduvo fino. «El cansancio nos hizo forzar situaciones y la ansiedad y la precipitación nos hicieron fallar», expuso el argentino, que, en todo caso, valoró el esfuerzo del equipo. «Estamos tristes por la derrota, pero tranquilos porque hicimos todo lo que pudimos».

Asimismo, Hernández se mostró «feliz» por la clasificación para la Final a 8, a la que confía en llegar en buenas condiciones. «Estamos absolutamente orgullosos y felices de estar ahí y con la ilusión de poder ganar la competición», aseguró el entrenador.