Era 5 mayo, pero la mañana fue de un invierno riguroso. Siete grados con rachas de viento fortísimo a la hora de la salida de la Popular Ibercaja por la Integración, que cumplía su 40 aniversario. Por eso los 4.000 participantes que se apuntaron al cumpleaños fueron unos héroes aguantando el fuerte cierzo. A esto hay que añadir el madrugón que se dieron familias enteras, porque eran las nueve de la mañana cuando comenzó la prueba en el Paseo San Sebastián del Parque Grande.

Carlos Pérez era uno de los voluntarios de Ibercaja y estaba al pie del cañón hora y cuarto antes de la salida con su cortavientos azul en uno de los cruces con tres compañeros. Era el más veterano de todos los trabajadores con 71 años. «He trabajado 46 años en Ibercaja y he sido voluntario siete años. He estado aquí para que no pasen coches, bicicletas y personas», indicaba Pérez, que de joven también la corrió. «Me gustaba más competir porque te juntas con compañeros y es más animoso». A Pérez le gustaba más el recorrido antiguo. «Había más personas viendo y corriendo. En el Día del Ahorro había 15.000 personas y disfrutaban más las personas que ahora. Por eso prefiero la antigua carrera», indica.

Con la efeméride se cambió la salida y el recorrido. El escenario pasó a ser el Parque José Antonio Labordeta como en otras muchas carreras. Por ello ha perdido parte de su personalidad con aquel carácter urbano del trazado y su salida y su llegada en San Ignacio de Loyola plagado de espectadores. Ayer el público brilló por su ausencia en la salida y el bonito circuito de los organizadores.

La chocolatada

Ibercaja intentó calentar a los ateridos participantes con un chocolate caliente con bizcocho tras el esfuerzo y hubo overbooking con unas largas filas para degustar el sabroso desayuno. Además, en la salida se colocaron gigantes de la comparsa del Pilar y tras la llegada el Tragachicos hizo las delicias de los más pequeños.

Tras unos años en los que ganó lo más granado del panorama regional, destacando las 33 participaciones de Luisa Larraga, con la entrada de la Asociación Disminuídos Físicos de Aragón (ADEFA) se eliminaron los fijos de salida, Ibercaja buscó la participación y la élite se dejó ver cada vez menos.

Esta vez ganaron dos populares muy conocidos del mundillo del fondo. Fueron dos veteranos, el senegalés Abdoulaye Diba y Cristina Jiménez. «Empecé a correr hace siete años. Trabajo en Mercazaragoza. Hacía un poco de frío en la salida. Hago de todo, crosess, millas y pista», indicaba el atleta de José Luis Mareca. Diba explicaba cómo fue la carrera. «He ido siempre en cabeza y a un kilómetro de meta he dejado a mi último rival», decía este atleta de magnífica planta de 38 años.

La carrera fue un festival multicolor de participantes de todas las edades. Eduardo Cacho tiene 13 años y compitió con todos sus compañeros del equipo de fútbol del Actur Pablo Iglesias infantil. «Ya hemos venido dos años. Este circuito me ha gustado más. Juego en la banda como extremo. Me gusta más el fútbol que correr», decía este hincha del Real Zaragoza.

Para Sonia era el debut en la carrera a pie. Se apuntó en el gimnasio junto a Nati, su amiga y Alberto. «Pensaba que iba a ser más dura. Pero ha estado muy bien. Repetiremos. Ahora me están pinchando para correr el 10K Caixabank el 9 de junio». Alberto llegó antes a meta que sus compañeras. «Nosotras hemos ido piano-piano. Lo de madrugar lo he llevado peor. Pero una vez que estás metida, para adelante. Si no paras, no pasas frío», explicaba.

Carmen y su hija Judith corrieron juntas. Pero llegó antes a meta la más pequeña. Está entrenada porque corre en la AD Zurita. «No sabemos si mi padre ha corrido o no porque tenía que aparcar. Es la primera vez que corría», explicaba Judith, que hace todo tipo de modalidades. Su madre reconocía que «nos ha costado levantarnos. Las nueve es una hora temprana. Y hemos pasado frío. Judith ha llegado tan pronto a meta que casi ha ayudado a hacer el chocolate», decía Carmen.

Los grandes protagonistas fueron los corredores de ADEFA y sus voluntarios. Fran tiene 25 años y trabaja en la Dirección General de Tráfico. «El otro circuito era más accesible. Me gustaba lo que sentía ayudando a estos chicos y me apunté. Yo nunca he corrido». Fue con David, un chaval con movilidad reducida. Ha estado bien, porque hemos ido corriendo y andando». También participó Nadia, la novia de Fran, acompañando a Manuel.