El entrenador del Real Zaragoza, Paco Herrera, ha reconocido que el rendimiento y la dinámica de su equipo como local es la que les está lastrando en el objetivo de conseguir el ascenso de a Primera División pero sigue buscando el camino para conseguirlo.

"Fuera es un equipo que da la medida y la talla. Somos un equipo de ascenso salvo en alguna oportunidad pero en casa no terminamos de conseguirlo y no acaba de ser redondo y tenemos que encontrar ese camino que sigo buscando", ha manifestado tras el entrenamiento matinal en la Ciudad Deportiva.

"Siempre un hay momento para encontrar el camino y espero que sea el partido del domingo", ha insistido.

Para el importante partido frente al Real Mallorca, en el que quieren romper de una vez la negativa racha de cinco partidos consecutivos sin ganar, el técnico catalán solo podrá contar con catorce jugadores de la primera plantilla por las bajas por lesión de José Javier Barkero, David Cortés Ángelo Henríquez y por sanción de Abraham Minero.

La convocatoria la completarán dos de los habituales del filial, Diego Rico y Tarsi Aguado, mientras que tampoco podrá contar con Diego Suárez tras ser expulsado en el último partido del Zaragoza B, a los que se unirán Anton Shvets y Carlos Javier o Juan Esnaider, con más posibilidades para este último.

Herrera ha insistido que siempre es optimista y que no piensa en otra cosa que no sea que su equipo va a ganar los catorce partidos que quedan hasta el final de la temporada por lo que no se puede permitir "la valoración" de que pueda ser cesado en caso de no imponerse a los mallorquines. "Espero ganar para que no ocurra", ha comentado.

Sobre el rival ha incidido en la dificultad que entraña enfrentarse a un equipo que acaba de destituir al entrenador porque "llega con ideas nuevas y hace que los jugadores tengan una reacción en sentido positivo" y del que ha resaltado las tres temporadas "muy buenas" que ha estado al frente del Sabadell.

A lo que también está buscando una solución es a la falta de intensidad con la que están arrancando sus jugadores los últimos partidos.

"Es una pelea constante que el equipo salga desde el primer minuto metido en el partido. Es como si llegáramos diez minutos tarde y últimamente nos está ocurriendo. Lo he comentado e intentado trabajarlo y me gustaría que se vea que el equipo le ha dado la vuelta a la situación", ha afirmado.

En su opinión, sus hombres están notando la presión de jugar en La Romareda pero espera que ante los baleares sea el momento de "darle la vuelta".