No puede ocultar Paco Herrera su preocupación por el devenir de los acontecimientos en el caso Movilla, en la escalada de sucesos en la guerra entre el centrocampista y el Zaragoza, en especial con su director general, Jesús García Pitarch. Por eso, ayer, en los micrófonos de Radio Zaragoza, el técnico hizo un llamamiento a la cordura, a buscar una solución en el conflicto, donde ayer se repitió la imagen del jugador, expedientado y apartado, contemplando el entrenamiento de sus compañeros: "Nos hacemos daño, porque ante una acción hay una reacción. Yo habría tenido más calma, más paciencia, no buscar enseguida la reacción porque eso multiplica el efecto por tres. A veces hay que contar hasta 10, no echar más gasolina al fuego. Alguien tiene que ceder, ese será el mejor camino", explicó, para aclarar después que no se refería solo al caso de Movilla, aunque es evidente que sus palabras iban centradas en eso.

Después, el técnico sí se refirió a la situación del Pelado, que desde el martes no se puede entrenar con sus compañeros y que va camino de salir del club con la carta de despido: "Ayudar, todo lo que está pasando con Movilla no ayuda, pero lo peor es lo que puede pasar. Se atajó la situación a tiempo en el vestuario, en su día el resto de los jugadores supo entender mi decisión de no llevarlos (a Movilla, Paredes y José Mari), que no era fácil. No me siento orgulloso de lo decidido pero era necesario. De momento, lo llevamos bien, pero en un futuro inmediato sería conveniente que este tema quedara solucionado cuanto antes".

Desde el club se ha asegurado que en la decisión de no contar con esos tres futbolistas y buscarles una salida se consensuó con Paco Herrera, aunque el técnico lo matiza, ya que por ejemplo Movilla era titular de forma asidua: "En la cuestión deportiva no era tan así. ¿Como puedo decir que no cuento y contradecirme con las alineaciones? Siempre dije que estaba contento con la plantilla pero eso cambió con las demandas, porque veía que nos rompíamos. ¿Si había una cuestión deportiva? Si hubieran estado conmigo habrían jugado o no, pero por ese lado no era tan grave la situación", aseguró.

PAREDES

Herrera cambió de idea para no contar con los tres futbolistas cuando éstos presentaron su demanda por impago ante la AFE, "porque al volver de Navidades se vivió una semana muy convulsa, de muchas reuniones que no me gustaban. Cuando surgió lo de la demanda tomé la decisión de que mientras este tema no estuviera arreglado no iba a contar con ellos".

De los tres, la salida de Movilla es segura y también la de José Mari, pero con Paredes hay más opciones de que se quede. De hecho, el jugador, que no llega a un acuerdo para su salida, está decidido a seguir hasta junio pase lo que pase y así lo asegura su agente. Pero el club le ha dicho que lo mejor es que se vaya. Si no lo hace, va a tener muy difícil jugar: "En el día a día, la normalidad sería total. No quiero a nadie en mi equipo al margen o apartado. Lo que es muy difícil es cambiar la idea en mi resolución final de que no cuento con ellos para jugar".