No son pocos los quebraderos de cabeza que le ha provocado, tanto a Heung-min Son como al Tottenham, la obligatoriedad del servicio militar en Corea del Sur. Después de un Mundial frustrado y unos Juegos Asiáticos en pleno inicio de la Premier League, el delantero consiguió reducir su estancia de aprendizaje en el ejército de dos años a un mes, que va a cumplir mientras dura el parón del fútbol en Inglaterra a causa de la pandemia del covid-19.

"Heung-min Son comenzará su servicio militar obligatoria en Corea del Sur este mes. Llegó a su país a finales de marzo y está actualmente en cuarentena", confirmó el Tottenham en un comunicado. El futbolista se está recuperando en su país de la fractura de brazo que se produjo el 16 de febrero, en un partido contra el Aston Villa, y allí le ha pillado la suspensión temporal del fútbol europeo.

Entrenamiento reducido

El que podría ser considerado, sin atentar contra la sensatez, como el mejor jugador asiático del mundo acudió al Mundial de Rusia, con 26 años, con la presión de tener que pasar la fase de grupos para convertir dos años de servicio militar (que habrían truncado su carrera en Europa) por un mes de entrenamiento. Ese privilegio está reservado, entre otros, para deportistas que consigan grandes logros para su país. Son no lo consiguió en el Mundial (sus lágrimas en el vestuario recorrieron las redes sociales), así que el Tottenham tuvo que prescindir de él durante el inicio de su liga unos meses después, durante el transcurso de los Juegos Asiáticos en los que Corea del Sur ganó la medalla de oro bajo su capitanía.

Gracias a ese éxito, los integrantes de ese equipo redujeron su servicio militar obligatorio a un mes de entrenamiento, en el que se incluyen combate cuerpo a cuerpo, uso de armas o marchas kilométricas cargados con peso, además de un corte drástico de pelo. Heung-min Son cumplirá con el servicio militar en la base naval de la isla de Jeju, donde se encuentra el volcán Hallasan.