Quizá ni España ni Francia habrían firmado de inicio nada que no fuera jugar este domingo la final del Mundial de balonmano, pero toda vez que el campeón será escandinavo (Dinamarca-Suecia, 17.30 h. TDP), pelearán antes por regresar de Egipto con el bronce, un botín nada despreciable (14.30 h. TDP). Las sensaciones de uno y otro equipo en sus respectivas semifinales y las probables bajas del pivote Luka Karabatic y el lateral Timothey N'guessan, ausentes ya en semifinales, otorgan a España un papel de favorita que el recuerdo de la tradicional competitividad gala invita a relativizar. Quien mejor se reponga de la derrota del viernes tendrá mucho ganado.

Pasar el luto

"Hemos pasado ese momento de luto que era la noche después de perder con Dinamarca, pero hoy la gente ya ha recuperado la ambición y el hambre necesarias para afrontar el partido por el bronce", señaló este sábado el seleccionador español, Jordi Ribera. "Recibimos un duro golpe al no poder pasar a la final, pero este equipo ha demostrado que siempre lucha hasta el final. Incluso cuando las cosas no salen bien, el equipo siempre está metido en el partido y ante Francia tiene que ser igual", indicó Ribera.

Para los Hispanos, la medalla supondría un bonito y merecido broche a la carrera de algunos jugadores que, como Raúl Entrerríos (39 años), Daniel Sarmiento (37) y Viran Morros (36), disputan hoy su último partido en un Mundial. La vigente campeona europea no sube al podio en este torneo desde el oro del 2013, en Barcelona. En cualquier caso, lo visto en Egipto alienta al optimismo respecto a la obligada transición que afrontará la selección tras los JJOO de Tokio, como el paso adelante de Rubén Marchán y Dani Dujshebaev en semifinales.

Mejorar en defensa

España sabe qué falló. Hay que defender mejor para evitar lanzamientos fáciles y poder correr al contragolpe. Ante Dinamarca los Hispanos no hallaron la manera de frenar el ataque con siete hombres, pero aun así llegaron al desenlace con opciones (el larguero evitó la prórroga) y relativamente frescos. Lo contrario que Francia, arrollada por Suecia, con porteros transparentes (tres paradas), sin un guía sobre la pista y desfondada en el tramo final, fiándolo todo al lateral Nedim Remili.

Con todo, Francia, seis veces campeona del mundo, cuenta con jugadores como Dika Mem y Ludovic Fabregas capaces de comandar una victoria. Lo saben sus compañeros en el Barça (Entrerríos, Aleix Gómez, Aitor Ariño y Gonzalo Pérez de Vargas). Todos se conocen en este duelo, en el que cuatro hispanos militan en la liga francesa: Sarmiento (Saint-Raphaël), Ferran Solé y Morros (PSG) y Adrià Figueras (Nantes).

Todos enchufados

"Será muy complicado, pero después de un mes tan exigente en lo físico y en lo mental, el grupo se merece acabar con buen sabor de boca y qué mejor que con una medalla de bronce", señaló el guardameta Rodrigo Corrales. "Francia va a querer lo mismo que nosotros, salir con una sonrisa de este Mundial, y no nos lo va a poner fácil, pero todo el mundo está muy enchufado", concluyó Ribera.