Con el triunfo de ayer, el Zaragoza añade la sexta Copa a sus vitrinas y se consolida como el mejor equipo en el torneo de la última década. Desde 1994 es el único que ha conquistado tres títulos.

LA PRIMERA 1964

El sexto llega 40 años después del primero, conseguido ante el Atlético de Madrid en la segunda final que disputó el equipo de Los Magníficos . Villa y Lapetra adelantaron al conjunto aragonés antes de la media hora de juego. Aquel triunfo dejó para la historia y el mito blanquillos una imagen inolvidable que se repitió en 1966: todo el equipo zaragocista exhibiendo el trofeo desde lo alto de un autobús con la ciudad entera rendida a sus pies.

LA SEGUNDA 1966

Llegó dos años después de la primera y fue la cuarta final consecutiva del mejor equipo en la historia del club. Volvieron a ser los Magníficos delanteros Villa y Lapetra quienes sentenciaron a un Athletic que contaba bajo los palos con toda una leyenda que aquella noche de mayo dio origen a la famosa canción que decía que, como el Txopo Iríbar, no había ninguno.

LA TERCERA 1986

Hubo que esperar veinte años, hasta 1986, para ver un nuevo triunfo zaragocista en su trofeo más querido. Una marea blanquilla se encaminó hasta Madrid para ver a un equipo por el que nadie apostaba frente a un Barcelona ya clasificado para la final de la Copa de Europa. Pero Rubén Sosa encontró un hueco inverosímil entre la barrera azulgrana y marcó todo un gol de oro.

LA CUARTA 1994

En 1994 la historia era diferente. El Zaragoza sólo quería ganar o ganar aquel título después de que el Madrid y Urío Velázquez le arrebataran el de 1993. Enfrente tenía al Celta de Txetxu Rojo, que había obrado el milagro de llegar a la primera final de su historia. Todo apuntaba a una clara victoria del Zaragoza, pero los aragoneses jugaron toda la segunda parte con diez tras la expulsión de Santi Aragón. La prórroga no solucionó nada y fue necesaria una tanda de penaltis agónica hasta que Alejo, en el quinto, le pegó al suelo y el balón llegó manso a las manos de Cedrún. Higuera certificó el triunfo y el delirio zaragocista.

LA QUINTA 2001

Celta y Zaragoza volvieron a encontrarse en el 2001 pero con los papeles cambiados. El equipo gallego, de la mano de Víctor Fernández, era el claro favorito ante un Zaragoza que había coqueteado descaradamente con el descenso. Mostovoi adelantó a su equipo a los cinco minutos, validando todos los pronósticos, pero apareció el gran capitán, Xavi Aguado, para empatar veinte minutos después. Jamelli transformó un penalti que adelantaba al Zaragoza y descomponía al Celta y Yordi puso la puntilla en el minuto 95 con un gol extraño y maravilloso que incluía galopada, incertidumbre, voltereta, desacierto y fortuna en una jugada que sólo fue un punto y seguido en la interminable historia del Zaragoza y la Copa.