Los datos hablan por sí solos. Holanda y Estados Unidos no han perdido un solo partido en el Mundial. La contundencia de ambas, con un juego poco brillante pero efectivo, las ha situado en lo más alto en una cita histórica que tiene lugar en Lyon, la casa del equipo femenino más potente de Europa. La campeona del mundo y la de Europa se enfrentan a las 17.00 horas en un encuentro donde la presión está en las estrellas.

EEUU tiene colgado el cartel de favorita desde antes de comenzar el torneo. La selección de Jill Ellis mostró su obsesión por reeditar su título siendo una apisonadora en la primera fase. Los 13 goles a Tailandia en el debut pusieron de manifiesto que llegaban a Francia para ganar, y un mes después pueden hacerlo demostrando que tienen la mejor plantilla del mundo. Su entrenadora ha contado con 21 de las 23 futbolistas que convocó, dando la razón a quienes apuntaron que sus suplentes también podían ganar un Mundial. Con 24 goles a favor y solo tres en contra, tumbó a España en una sufrida victoria, a la anfitriona Francia con polémica, y a una Inglaterra aspirante a todo.

Enfrente, las dudas. Holanda se proclamó campeona de la Eurocopa en su casa en 2017 de forma sorprendente. Desde entonces, sus credenciales han mejorado hasta convertirse en potencia mundial, pero durante Francia 2019 no ha mostrado el juego atractivo que le llevó a levantar el título. Aunque ha llegado por la parte fácil del cuadro, ha superado cada obstáculo.

De las oranje se espera la explosión definitiva de Lieke Martens, MVP en dos ocasiones pero sin su mejor versión, como con el Barça los dos últimos años. Su conexión con Miedema y Van de Sanden será clave para superar a quien tiene la presión de ganar, aunque las dudas rodean a la estrella azulgrana. Lyon vivirá un momento histórico. EEUU puede revalidar el título conseguido en el 2015 y Holanda, lograr su primer Mundial.