Esta vez sí. Holanda no falló. Llegó a los penaltis y no se dejó vencer por la presión. Superó el miedo a fallar y eliminó a Suecia tras empatar 0-0 al final de los 90 minutos y de la prórroga. Se acabó el gafe. La maldición que le perseguía desde la Eurocopa-1992. Una leyenda negra, la de caer eliminado en la tanda de penaltis, que empezó en Suecia y que se repitió en las Eurocopas de Inglaterra-1996 y Holanda y Bélgica-2000 y en el Mundial de Francia-1998.

Pero ayer todo fue diferente. Van der Saar detuvo el lanzamiento de Mellberg y Robben, qué enorme jugador de futuro, no falló. El símbolo de los nuevos tiempos. Su gol fue el lanzamiento de la valentía. Toda Holanda se lo agradecerá. Holanda vuelve a soñar. La naranja mecánica ya está en semifinales. Sólo Portugal le separa de la final.

No fue un gran partido. Fútbol directo. Esa fue la apuesta de Holanda y Suecia. Renunciaron a la espectacularidad para centrarse en la eficacia. Nada de perder el tiempo tocando por el centro del campo. Ellos prescinden siempre de la figura del cuatro organizador. Cuando se tiene tanta calidad arriba, hay prisa por contactar con los delanteros. Por eso Suecia buscó a Ibrahimovic y a Larsson con pases largos. Y Holanda hizo lo mismo con Van Nistelrooy y Robben, aunque los centrales no estaban dispuestos a dejarse bailar.

Pero quedaba Robben. Y a él no hay quien le dome. El extremo fue el único que le puso salsa a una primera parte llena de imprecisiones. Cada balón que le llega es sinónimo de peligro. Empezó en la izquierda, emparejado con stlund, pero cuando vio que era muy pegajoso, intercambió su posición con Van der Meyde para castigar al lateral más débil. A Nilson. Robben pudo marcar en un disparo lejano (m. 9), al igual que Seedorf (m. 14), Reiziger (m. 26) y Cocu (m. 32) pero Isaksson estuvo atento.

Tardó mucho en romperse el partido. Casi una hora. Pero cuando lo hizo, cuando el intenso calor, más de 35 grados, empezó a pasar factura, llegaron las oportunidades. Holanda vivió de Robben. No tuvo otra opción ya que Van der Meyde ni se enteró de qué iba el partido. Y Advocaat tampoco al no sustituirlo por Makaay hasta el minuto 86. Pero los oranges , que optaron por un tercer central con la entrada de Heitinga por Davids, abusaron del pase largo. Y Suecia buscó el contragolpe. Y lo hizo con tanta precisión que pudo marcar en tres remates de Ibrahimovic (m. 55), Ljungberg (m. 74) y, el más claro, de Wilhelmsson (m. 87).

PRORROGA INTENSA La prórroga fue intensa. Espectacular. Pero tampoco solucionó nada. Robben estrelló un balón en el poste, tras un extraño rechace de Isaksson, Seedorf pudo marcar de falta directa, a Van Nistelrooy le anularon un gol por fuera de juego, Larsson remató al larguero y Ljungberg tiró al poste. Casi nada. Pero el partido estaba condenado a los penaltis. Y ahí siempre hay héroes y villanos. Triunfadores y perdedores. Es la ley del fútbol. Y esta vez le tocó sonreir a Holanda.