El holandés Pieter Weening (Orica), de 33 años, se ha adjudicado la novena etapa del Giro de Italia, entre Lugo y Sestola, de 174 kilómetros, segundo final en alto, tras la que el australiano Cadel Evans (BMC) ha conservado el jersey rosa de líder. Weening se ha impuesto a su compañero de aventura en la parte final de la etapa, el italiano Davide Malacarne (Europcar). El también italiano Domenico Pozzovivo ha llegado segundos después, superando en la recta final al australiano Cadel Evans.

Ha sido una jornada que ha dejado las cosas como estaban, aunque el italiano Pozzovivo ha arañado casi medio minuto a Evans -se ha colocado cuarto de la general-, que ha dado la sensación de que no ha querido forzar, ya que tiene una buena renta en la general y resta mucha montaña, La salida ha sido un tanto nerviosa, con muchos intentos de escapada que no han ido a ninguna parte debido al control del equipo del líder.

Caída masiva

Una caída masiva, hacia el kilómetro 50, ha roto el pelotón y la tranquilidad que habían impuesto Evans y su equipo. Ese orden se rompió y ha facilitado la escapada del día. Los protagonistas han sido Berard (AG2R), Rodríguez y Bandiera (Androni), Barbin (Bardiani), Tanner (Belkin), Gatto (Cannondale), Bono (Lampre-Merida), Duque (Colombia), Monsalve (Neri Sottoli), Van der Sande (Lotto-Belisol), Weening (Orica-GreenEdge), Malacarne (Europcar), Puccio (Sky) y Vorganov (Katusha). El buen entendimiento en ese grupo puntero le ha permitido abrir un hueco de hasta ocho minutos a falta de 64 kilómetros para el final. Nuevamente, los componentes del BMC han vuelto a imponer un fuerte ritmo para evitar sorpresas, un ritmo que ha sacado a relucir la carencias de varios corredores, son los casos del australiano Matthews, vencedor de una etapa y exlíder, y del italiano Scarponi, ganador de la edición de 2011.

En el tramo final, el entendimiento de los fugados dejó de funcionar y el marcaje y miradas entre ellos a ser una constante, pues nadie quería asumir la responsabilidad y malgastar fuerzas en el alto de la Roccheta Sandri, una tachuela de cuarta categoría cuya cima estaba ubicada a tan solo 30 kilómetros de la línea de meta.

El excampeón olímpico Samuel Sánchez, compañero del líder Evans, era el más activo en el grupo principal; mientras que el australiano David Tanner (Belkin) dejaba a sus compañeros de aventura y coronaba primero la Roccheta Sandri, con casi cuatro minutos sobre Evans, el colombiano Quintana (Movistar) que ha dado la sensación de que está en un buen momento, y el resto de favoritos.

Ataque de Pozzovivo

Los favoritos han comenzado su guerra particular a mitad del puerto de 16 kilómetros y el primero en salir a escena ha sido el italiano Pozzovivo, luego el colombiano Rigoberto Urán y, tras ellos, Evans. El dúo de cabeza también ha mantenido su duelo particular con un marcaje que se ha decantado por la fuerza del holandés ante un italiano que ha intentado irse en varias ocasiones, pero sin éxito. El que si ha tenido éxito en los metros finales ha sido Pozzovivo que ha arañado casi medio minuto a Evans, a Diego Ulissi, vencedor de dos etapas, y al colombiano Rigoberto Urán, revelación en la pasada edición con su tercer puesto. La carrera se reanudará el martes con la décima etapa, con salida en Módena y llegada en Salsomaggiore, de 184 kilómetros, tras la segunda jornada de descanso.