Ambros Martín no se quiso perder el homenaje del balonmano aragonés a Óscar Mainer, fallecido el pasado 28 de septiembre a causa de un cáncer. Ambros estuvo de viaje toda la noche para asistir al Memorial que ha instaurado la Territorial. El canario llegó desde la localidad rusa de Rostov donde prepara este año al equipo femenino ruso. Ambros y Óscar eran íntimos amigos. Ocupaban los extremos de aquel equipo victorioso del Portland que ganó la Copa de Europa en el 2001.

Ambros es uno de los mejores técnicos del balonmano femenino internacional. Llevó al Itxako a la final de la Liga de Campeones y con el equipo húngaro del Gyori ETO ha ganado el trofeo más importante de clubs del viejo continente en cuatro ocasiones. También es el seleccionador del equipo femenino de Rumanía. «Me enteré ayer del Trofeo y lo primero que hice era saber dónde y cómo era el homenaje. Convivimos juntos durante mucho tiempo, compartimos muchísimo. Aprendimos del uno al otro. Es de esas personas que son inolvidables y se te quedan siempre en el recuerdo. Lo más importante es que le conocí. Eso es lo bueno del balonmano, conocer a gente como él», explicaba Ambros.

No podía haber un mejor lugar para el I Trofeo Memorial Óscar Mainer que el pabellón de Maristas, el colegio donde se formó como deportista y como persona desde que lo captó siendo benjamín Eduardo Acón en San Vicente de Paúl y hasta que se fue de juvenil. Personificó el estilo de Maristas; correr, correr y correr por todo el campo.

Fue la Federación Aragonesa de la mano de Juan Carlos Caamaño, su presidente, junto a Anagan como patrocinador principal los que decidieron romper el hielo. El pabellón y la cancha exterior aglutinaron varios partidos de las selecciones infantiles, cadetes y juveniles de Euskadi, Navarra, Guipúzcoa y Aragón.

Fue tras el partido femenino entre las selecciones cadetes de Euskadi y Navarra, que ganaron las primeras por 20-18, cuando comenzó el momento cumbre del Memorial. Vicky Pérez, la seleccionadora aragonesa cadete, fue la que presentó la entrega de trofeos, a la que asistieron Cristina, la esposa de Mainer y Jorge y Rafa, sus hijos. También estuvieron Mariano Soriano, director general de Deportes del CSD, Jordi Ribera, seleccionador nacional, Juan Carlos Caamaño, presidente de la Territorial, Patxi Lezaún, directivo de la Federación Española, Alberto Sainz, de Anagan y María Pilar Bragado, directora del colegio. Uno de los momentos más emotivos fue la entrega de la camiseta de la selección aragonesa por parte de Jordi Ribera a Rafa Mainer y su hermano recibió otra de María Pilar Bragado. Todo el acto lo presidió la Copa de Europa que Mainer consiguió con el Portland San Antonio.

La presencia de Ribera

Ribera fue entrenador y amigo de Mainer. «Es un placer compartir minutos con la familia de Óscar. Siempre nos gustaría que estas cosas se hicieran en presente, pero es un reconocimiento a su trayectoria como jugador, entrenador y directivo». Lo preparó cinco años en Galdar. «Luego nos separamos. Fue una persona honesta, leal e implicada con todos los proyectos», apuntaba Ribera.

Amadeo Sorli es otro de los símbolos de Maristas. «Cuando comencé lo tenía como un referente, aunque tenía algo diferente y era difícil imitarle porque era un jugadorazo. Tuve la suerte de tenerlo como directivo dándome buenos consejos en el Balonmano Aragón», indicó Sorli, que ahora lleva a la escuela y un equipo juvenil de Almogávar. Mariano Soriano llegó desde su nueva responsabilidad en Madrid. «Estuvo dedicado toda su vida al deporte dentro y fuera de Aragón. Es un personaje muy reconocido y no podía faltar al homenaje. Destacaría su honestidad, su rigor, la dedicación y su amor por el balonmano», afirmó.