Agustín Moreno está entre los mejores maratonianos aragoneses. El atleta del ADA Zuera ya ha corrido 18 pruebas sobre la distancia, destacando su actuación en Nueva York en el 2018 y el año pasado en Berlín donde hizo su mejor crono con 2.27.12. El fondista natural de Alloza preparaba el Maratón de Zaragoza que se iba a celebrar el 19 de abril, por lo que en la mañana de este domingo iba a disputar el medio maratón de la capital aragonesa. Pero ambas pruebas han tenido que suspender debido a la crisis sanitaria que vive el país.

Cuando se hizo oficial la noticia el turolense no se lo pensó dos veces. La idea era correr los 21 kilómetros y 125 metros del medio maratón en la terraza de su casa el mismo día del evento. «Quería hacer un homenaje a los más de 3.000 participantes del medio maratón y me quería acordar de ellos. Que la gente no hiciera el canelo y no se fuera a correr a la calle con la cuarentena o se pusiera a subir escaleras en su casa. Hay que cumplir con lo que mandan y quedarse en casa. Pero si estaba encerrado, había que correr el medio maratón», indica el ultrafondista.

Dicho y hecho. La carrera organizada por Running Zaragoza debía comenzar a las nueve de la mañana en la Plaza del Pilar y a esa misma hora comenzó Moreno en la terraza de su casa situada en Parque Venecia. El único testigo era Bárbara, su esposa. «Ha puesto música de la radio y se han enterado mis amigos por Instagram. También hemos colocado una bandera de Aragón y globos con el tiempo que quería hacer», explica. Moreno quería bajar de 1.10 en la competición. Lo importante era acabar y lo hizo en tres horas, 18 minutos y 25 segundos. «Calculaba que me costaría dos horas, pero ya he visto que el primer mil me he ido a 9 minutos y pico. El ritmo que iba a llevar en competición era de 3.12...», asegura.

El minúsculo recorrido era una terraza rectangular de cuatro metros de largo. La ida con la vuelta sumando las dos curvas totalizaban 10 metros de longitud. Así, tuvo que dar finalmente 2.110 vueltas para sumar los 21 kilómetros del medio maratón. «Cada kilómetro cambiaba el sentido de la carrera para no cargarme muscularmente. Al final el promedio de cada mil ha sido de 8.49», indica.

El sistema

Curioso fue su sistema para no despistarse con su peculiar reto. «He llenado bolsas con garbanzos. Cada kilómetro era una bolsa con cien garbanzos y cada vez que daba una vuelta depositaba uno en una caldereta. He llenado el cubo al final con 2.110 garbanzos», indica.

Varios vecinos siguieron esta particular carrera de Agustín desde sus ventanas y terrazas, al no poder salir de casa. «Me ponían música para animarme y han pasado una buena mañana. Así dejan de pensar en el virus y el confinamiento», explica.

En carrera sufrió su particular muro, igual que sucede sobre el asfalto. «Fue entre el kilómetro 12 y el 14. Veía que se me hacía pesado con tantas vueltas que quedaban. Al final no terminé cansado, pero tenía las piernas doloridas de tanto girar», reconoce este turolense.

Moreno espera que acabe el confinamiento dentro de tres semanas, dadas las nuevas medidas del gobierno. De lo contrario tiene claro cuál será su próximo objetivo. Correr el Maratón de Zaragoza en su casa. En ese caso le esperarían nada menos que 4.220 vueltas...