"Para algunos será un festival de fútbol; para otros será unfestival de violencia". Éstas palabras pronunciadas por un aficionado al fútbol en las proximidades del Rostov Arena, uno de los estadios-sede donde se celebrarán la Copa del Mundo de Fútbol en el 2018, durante un reportaje recientemente emitido por la BBC, han alarmado a las autoridades mundiales del balompié. Aún está bien fresco en la memoria el recuerdo de losincidentes protagonizados por la hinchada rusa durante la última Eurocopa de Francia, que se saldaron con heridos graves y numerosas deportaciones de ciudadanos de este país.

"Todos los aficionados están ansiosos de que la Copa del Mundoempiece en Francia; no vale la pena viajar para divertirse; nuestros adversarios serán, por supuesto, los ingleses, los creadores del hooliganismo", ha declarado el hincha, con la cara cubierta por una máscara.

PRESIÓN SOBRE LOS GRUPOS RADICALES

Tras los altercados de Francia, las fuerzas policiales rusasincrementaron la presión sobre los involucrados y en general sobre los grupos radicales. Los responsables del deporte en Rusia descartaron de forma tajante que incidentes similares pudieran reproducirse durante el mundial que se jugará dentro de un año y medio en 11 ciudades rusas. Los partidos de fútbol en este país se celebran en medio de impresionantes despliegues de seguridad, desconocidos en Europa Occidental.

Las autoridades rusas, que ya fueron cuestionadas en el 2015tras difundirse informaciones sobre sobornos y corrupción en el proceso de elección de la sede, han reaccionado con virulencia ante la difusión del reportaje. "Uno tiene la impresión de que su objetivo esazuzar el miedo en la sociedad británica y prevenir a los fans para que no viajen a Rusia", ha criticado la embajada rusa en Londresen un comunicado, en el que se acusa a la BBC de lanzar una campaña para "desacreditar" la cita mundialista similar a la que existió "antes de los Juegos Olímpicos de Sochi".