Después de unos días, de semanas, de charlas, reuniones, comparecencias públicas, peticiones de disculpas, ha llegado la hora de hablar donde hay que hacerlo, en la pista. El Tecnyconta Zaragoza tiene hoy una nueva oportunidad de resarcirse tras la amarga derrota del pasado domingo, de demostrar que fue un accidente, que el equipo está trabajando bien y mejorando como aseguran los protagonistas. Debe hacerlo en un escenario difícil, el Santiago Martín de Tenerife (13.30 horas), pero más que el resultado se evaluará hoy la respuesta del grupo, el pulso de la plantilla, la capacidad para transformar las palabras en hechos.

El Tecnyconta necesita victorias, desde luego, pero también dar una imagen diferente. Debe ser un grupo más competitivo, con más espíritu, que no baje los brazos en la adversidad. Un equipo, en definitiva. Porque la derrota de hace siete días no solo fue una ofensa en sí misma sino que también dejó al conjunto aragonés en una delicada situación en la tabla. El Tecnyconta ve el descenso demasiado cerca, mucho más de lo que debería, y para huir de ahí debe ser precisamente lo opuesto a lo que fue la semana pasada.

Más aún ante los partidos que le esperan ahora, dos salidas consecutivas a Tenerife y Barcelona donde tendrá que hacerlo muy bien si quiere tener éxito. Hoy se mide a uno de los conjuntos más sólidos de la competición, líder durante muchas semanas y finalista de la Champions League en el estreno de este nuevo torneo europeo. Bajo la tutela de Txus Vidorreta y con el zaragozano Rodrigo San Miguel a los mandos, el Iberostar Tenerife ha conseguido que el todo sume más que las partes obteniendo un gran rendimiento de su plantilla, mucho más amplia no por número sino por la intervención e implicación de todos sus miembros.

Tecnyconta y Tenerife funcionan esta temporada de manera opuesta. Los insulares son la mejor defensa de la ACB con 71,28 puntos recibidos por partido mientras la aragonesa ya es la penúltima con 84,60, una cifra que aún se queda corta con el centenar de puntos por jornada que se está acostumbrando a recibir últimamente. Ese es el principal talón de Aquiles del conjunto que ahora entrena Luis Guil, una sangría que le impide ganar partidos porque su capacidad ofensiva no alcanza para superar la centena cada semana. Por ahí debe empezar la mejora y en eso está trabajando el equipo aragonés.

El preparador sevillano podrá contar hoy con todos sus efectivos mientras en el Tenerife la única baja es Javier Beirán, lesionado de larga duración. El estado físico de algunas piezas clave como Tomás Bellas y Martynas Gecevicius es capital para el Tecnyconta, así como la resistencia de todo el equipo ante la rotación tan corta en la que se ha quedado la plantilla aragonesa. Ese es otro de los factores que hace que el Tecnyconta no llegue a ser competitivo a los finales de partido, sobre todo ante rivales de banquillo más profundo.

El Tecnyconta logró imponerse en el partido de ida en el Príncipe Felipe, pero entonces todavía no había entrado en su particular cuesta abajo. Los insulares mantuvieron una línea de crecimiento sostenido que les ha permitido ir a más mientras los aragoneses parecieron encogerse paulatinamente. Hoy habrá que comprobar también en qué estado comparece el Tenerife. Los insulares no están apretados por la clasificación aunque, si no gana Andorra, podrían certificar hoy mismo su clasificación para el playoff, y están todavía de celebración por su histórico pase a la final a cuatro de la Champions League de la que, además, será el anfitrión. Por ahí puede intentar sorprender el Tecnyconta, al que no le bastará un buen inicio ni un buen final. Necesita un buen partido, completo, y cambiar su imagen. Es la hora de que el equipo hable en la pista.