Después del gran tropiezo de Andorra, al Casademont no le queda tiempo para lamentaciones porque lo que tiene por delante es de suma importancia. No definitivo, pero que sí que el partido ante el Falco Szombathely húngaro, próxima estación europea de los aragoneses (este miércoles, 18.00 horas), se erige como un duelo clave para marcar el futuro más inmediato en la Champions League.

La sobresaliente marcha en la ACB contrasta con la irregularidad mostrada en Europa. Ya han sido varias las ocasiones en las que Porfirio Fisac ha recordado que lo que «nos va a dar de comer es la Liga Endesa» y que la Champions es «para disfrutar», pero quedan tan solo cinco jornadas y la igualdad impera tanto en el grupo D que cualquier paso en falso, cualquier derrota, puede dar al traste con una de las mayores ilusiones de todo el club y la ciudad.

Se trata de una competición que copa las esperanzas y con varios frentes abiertos. Por un lado, los premios económicos, especialmente en caso de llegar a las fases finales, son cuantiosos y permitirían a la entidad dar un paso más hacia delante. Además, en el hipotético caso de que el Casademont alcanzase la Final Four, Zaragoza pedirá albergarla en el Príncipe Felipe.

Pero no hay lugar para la relajación. Los aragoneses son terceros con un balance de cinco victorias y cuatro derrotas, aunque la mayoría llegaron en partidos igualados y sin alardes. Demasiado juego con el fuego que puede acabar con quemaduras. Ahora el equipo tiene por delante dos encuentros que marcarán, sin duda, el tramo final de la fase de grupos. Dos victorias ante el Falco mañana en Hungría y contra el Neptunas Klaipeda lituano en casa (factibles sin duda por la calidad del equipo aragonés) supondrían un paso virtual hacia los octavos de final.

Sin embargo, un tropiezo o dos dejarían los deberes para el final y con un calendario para nada agradable con la visita al Dijon, que es el actual líder del grupo y conjunto más solvente hasta la fecha, el duelo en casa contra el PAOK y el último choque en Brindisi, que estuvo a nada de llevarse el triunfo del Príncipe Felipe.

Ganar estos dos encuentros resultará clave para dejar muy encarrilada la presencia en las eliminatorias camino de la Final Four y afrontar el tramo final con la posibilidad de acabar en lo más alto del grupo para obtener mejores cruces. Después de mostrar una versión más liviana en Europa, el Casademont necesita prolongar su juego alegre, vistoso y ganador a la Champions.

Por otra parte, el júnior del Casademont perdió en las semifinales del torneo Ciutat de L’Hospitalet frente al Barça por 78-52 y el Real Madrid cerró la 16ª jornada de la Liga Endesa ganando en la prórroga (85-78) al Valencia Basket.