El histórico primer oro europeo de la selección española de balonmano tiene también huella aragonesa, más allá de que el equipo comenzara su preparación en Zaragoza en diciembre o de la presencia de Juan Caamaño como delegado del equipo. Tres jugadores del conjunto nacional tienen pasado en el balonmano aragonés, Valero Rivera y Alex Dujshebaev en el desaparecido BM Aragón y Rodrigo Corrales en el Huesca.

Cuando Valero Rivera Folch llegó al CAI Aragón en el 2005 cedido por el FC Barcelona era todavía el hijo de Valero Rivera, el entrenador más laureado del balonmano mundial y, entonces, también asesor externo del club zaragozano. Valero júnior era un extremo izquierdo de 20 años con buena muñeca y todo por demostrar. En Zaragoza estuvo dos años a las órdenes de Kosovac y compartiendo puesto con Amadeo Sorli. El técnico serbosueco estableció bien pronto la fórmula: Rivera salía siempre como titular y el capitán jugaba las segundas partes. Después se fue a Algeciras y Guadalajara, todavía bajo la sombra paterna, y no fue hasta su marcha al Nantes cuando su carrera cambió radicalmente. A Francia se marchó el hijo de Rivera y de allí volvió un extremo consagrado, máximo goleador y mejor en su puesto en la Liga francesa.

También el FC Barcelona se había hecho, algunos años después, con los servicios de un guardameta de Cangas muy alto y con muy buenas perspectivas que, en el 2012, llegó cedido al BM Huesca. Con solo 21 años Rodrigo Corrales demostró en las dos temporadas que estuvo a las órdenes de Nolasco en la capital altoaragonesa su potencial bajo palos con magníficas actuaciones. Con el gallego el Bada Huesca disputó tanto la Copa del Rey como la Copa Asobal por primera vez en su historia. En el 2014 se marchó al Wisla polaco y, desde este curso, defiende la meta del PSG.

En la temporada 2012-13 el Caja3 Aragón disfrutó de la zurda mágica de Alex Dujshebaev. Natural de Santander, formado en Ciudad Real, llegó cedido por el club manchego para dejar todo su repertorio de goles imposibles y convertirse en uno de los máximos artilleros de la Liga Asobal. Aquel equipo, con Mariano Ortega como entrenador y Víctor Vigo de central, ejecutó un balonmano de mucho nivel. Al acabar su cesión iba a jugar en el Atlético de Madrid a las órdenes de su padre, pero la desaparición del club le llevó al Vardar, vigente campeón de la Champions. Este curso juega en el Kielce polaco, por fin bajo la tutela de Talant.