El Huesca abre la jornada 27 de Segunda con una durísima visita al Valladolid (21.00 horas), que es décimo clasificado y que es mucho más sólido en su feudo que a domicilio. El cuadro que dirige Rubi buscará confirmar su liderato para aumentar sus opciones de ascenso, teniendo en cuenta los 11 puntos de renta que posee sobre el tercer clasificado, un colchón magnífico. El Huesca llega en un extraordinario momento de resultados, con diez partidos consecutivos sin perder y un balance de ocho victorias y dos empates.

Los azulgranas tienen la importante baja del mediocentro Juan Aguilera que podría ser cubierta por su recambio natural, el mediocentro defensivo Luso Delgado, ya que cuando ha sido necesaria su incorporación en tareas defensivas siempre ha sido el designado. En el resto de posiciones no se prevén más cambios, aunque Sastre ya está recuperado de unas molestias en un talón y ha entrenado con normalidad esta semana, pudiendo entrar por Moi Gómez.

Algunos jugadores azulgranas que estaban pendientes de su evolución física, como el defensa Carlos Akapo, el extremo Álvaro Vadillo, y el centrocampista Kilian Grand, todavía no están disponibles para este encuentro y se les reservará para el siguiente ante el Rayo Vallecano.

Rubi no parece que vaya a realizar ningún cambio en la parcela defensiva. Y, en la parte ofensiva, seguirán jugando en los extremos David Ferreiero y Álex Gallar y, como hombre más adelantado, el argentino Chimy Avila hasta que esté recuperado el colombiano Cucho Hernández.

«Sabemos de la dificultad que entraña el partido porque es un equipo que en su campo ha metido treinta goles y además se ha reforzado, lo que les hace ahora tener más potencial», aseguró el técnico del Huesca ayer, para añadir que no quiere incrementar la presión a su plantilla porque «si exiges mucho igual no es bueno entre otras cosas porque el equipo no lo necesita y no hace falta exigir mucho porque los jugadores dan todo y tenemos que disfrutar. La presión la tienen los demás».

Los azulgranas van a afrontar de manera consecutiva dos exigentes salidas donde se medirán al Valladolid y al Rayo Vallecano, en las que Rubi reconoció que el objetivo sigue siendo el mismo: «Queremos obtener un buen resultado. Sería bueno sumar todos los puntos y vamos a ir a por ellos pero como mínimo un punto en cada partido estaría bien, y en el caso de tener malos resultados en una racha mala aún tenemos una bala en la recámara para el último peldaño con el recurso de recuperar a los jugadores lesionados».

UN RIVAL CON DUDAS / Mientras, el Valladolid tendrá que ofrecer de nuevo su mejor versión, tras caer derrotado en Granada, para no alejarse del pelotón de equipos que pelea por alcanzar una plaza en la promoción de ascenso. El técnico Luis César ofrecerá la convocatoria para el encuentro un par de horas antes y la única ausencia obligada será la de Deivid, lesionado. El entrenador del conjunto pucelano subrayó ayer que sus jugadores tienen la oportunidad de ganar al líder y demostrar que también forman «un buen equipo. Una victoria nos permitiría sumar ya 42 puntos y eso estaría muy bien», precisó Luis César, quien se mostró ambicioso ante la visita de un Huesca que, a su juicio, pondrá las cosas «muy difíciles» en Pucela.