El Huesca se jugará en el campo del Eibar el ascenso a Segunda B, después de que ayer únicamente consiguiera la exigua renta de un gol en el encuentro disputado en El Alcoraz. El choque fue de escasa calidad, y el Huesca se mostró excesivamente conservador después de que Víctor Bravo inaugurase el marcador, en el minuto 9, en un fallo de marcaje de la zaga guipuzcoana.

Pero el gol no sirvió para que el Huesca jugase mejor, ya que se empleó defensivamente y fió su poder atacante a los contragolpes de Hugo Espinosa y Txiki, sin apenas peligro. El Eibar, que jugó con la defensa en línea y muy adelantada, corrió excesivos riesgos aunque el Huesca no supo aprovecharlos.

Este primer periodo fue de muy poca calidad por el temor del Huesca a encajar un gol y por la poca calidad de los jóvenes visitantes, que tan solo pusieron voluntad.

En la segunda parte el poco juego que se había visto hasta entonces desapareció, y el encuentro se convirtió en soporífero para los espectadores, porque el conjunto local se dedicó más a no encajar ningún gol que a aumentar la renta que tenía. Mientras, su rival siguió mostrando la misma incapacidad que había mostrado en el primer periodo. Tan sólo en alguna ocasión aislada llegaron los visitantes a la portería de Bernardo pero sin peligro, mientras que el Huesca apenas tuvo ocasiones de aumentar su ventaja debido al planteamiento demasiado defensivo, a pesar de la debilidad que mostró el conjunto vasco.