El Huesca cayó ayer en su último partido en Segunda División. Esta derrota privó a los azulgranas de hacerse con el liderato y conseguir el título de campeones de Segunda División (2-1). El conjunto azul se adelantó con un gol de Diegui Johannesson tras un muy buen centro de Rocha desde la izquierda, balón que empaló el internacional islandés con la derecha y mandó al fondo de la portería desde su posición sin marca en el área.

El Oviedo se hizo con el choque en la primera mitad mediante una acción de Aarón. También Linares tuvo la oportunidad de ampliar su ventaja mediante un lanzamiento de penalti que envió al poste. Con la victoria por la mínima de los azules se llegó al descanso, resultado que mantenía vivas las esperanzas de los locales por meterse en playoff después de que el Valladolid se adelantara ante el Osasuna y el Granada ante el Cádiz, lo que dejaba a los de Anquela a un solo gol de la Cultural de quedar sextos.

Tras la reanudación no hubo demasiadas ocasiones y el partido se hizo algo más bronco en los duelos individuales, conflicto que Pizarro Gómez solventó con tres tarjetas amarillas en apenas cinco minutos.

El Oviedo volvió a centrarse en su objetivo de ver puerta para cerrar el resultado, y lo acabó logrando el propio Linares, esta vez en un remate de cabeza perfecto que coló por el lado derecho de la portería tras una asistencia de Ñíguez en la izquierda. La SD Huesca terminó recortando distancias a diez minutos del final con un tanto de Jair a centro de Ferreiro en un saque de esquina, lo que dejaría el definitivo 2-1 en el marcador. Fue una victoria que reconcilió al equipo local con la afición pero que dejó a los azules a un punto del playoff por la derrota de la Cultural ante el Numancia. Los asturianos estuvieron a un tanto del conjunto leonés de conseguir certificar el milagro de clasificarse para la promoción.

La afición del Real Oviedo brindó una despedida acorde a la imagen del equipo durante el encuentro y lo cerca que se tuvo la carambola necesaria para entrar en playoff, gesto que agradeció la plantilla acercándose a ellos y que la grada devolvió con un sonoro «Linares» que sonó a despedida del maño y un más que repetido «Anquela quédate». El Huesca perdió ayer su último partido de este año en Segunda. Tras una brillante temporada dirán adiós a la Liga de plata para jugar por primera vez en su historia en la Primera División. Esta derrota permitió al Rayo Vallecano adjudicarse el galardón de campeón de Liga de Segunda.