Es imposible entender el éxito de la Sociedad Deportiva Huesca a nivel deportivo sin haber hecho una excelente gestión a nivel de club. El propio José Antonio Martín Petón, presidente de la Fundación Alcoraz, lo resumió a la perfección ayer: «La clave ha sido la prudencia y la serenidad». Ayer, tanto el dirigente azulgrana como Josete Ortas, director general de la entidad oscense, fueron los protagonistas de la cuarta jornada del club de negocios en la sede de ESIC Marketing and Business School en Zaragoza. Allí, tanto Petón como Ortas repasaron las líneas maestras que han guiado su proyecto hasta la Primera División y cómo quieren que sea el futuro del club.

Todo comenzó hace más de una década con la entrada de la Fundación Alcoraz como máxima accionista del equipo altoaragonés. «Necesitaba una fundación, porque engloba valores que históricamente no han tenido los clubs como el fútbol base, la educación, la cultura o el deporte», resaltó Josete Ortas.

Después el crecimiento fue paulatino, con algún traspié como el regreso a Segunda División B, pero el salto exponencial se ha producido esta campaña, aunque gracias a la base de trabajo anterior. El director general comentó que el presupuesto pasó de ser en la 16-17 de 6,6 millones de euros a 9,5 el curso pasado y a los 54 actuales, un aumento que se explica por los derechos de televisión. En los dos últimos años en Segunda fueron 4,5 y 5,5 millones los recibidos y, esta campaña, ha subido hasta los 42. «Todos los clubs de nuestro perfil se alimentan en un 80-90% de los derechos de televisión», comentó Ortas.

El directivo también recordó que no han primado el precio de entradas y abonos ya que prefieren tener el estadio lleno «porque la mayoría del presupuesto viene de la tele», y también incidió en la idea de no acomodarse y buscar ingresos por otras vías.

«Me duele ver las columnas del gráfico de patrocinios tan vacías. Uno de los problemas del fútbol es que nos hemos acomodado con el tema de la televisión. Necesitamos fomentar la vía de ingresos extraordinarios generados por nosotros. Algún día bajaremos, esperemos que sea muy tarde, y queremos tener 4 o 5 millones por esta vía que, en Segunda, serán diferenciales», afirmó.

Por último, Josete Ortas también recordó los «9 millones de euros gastados en infraestruras entre El Alcoraz, la ciudad deportiva y los aledaños del estadio», el progreso en la transformación digital y modernización del club porque si no «estaríamos muertos», y reconoció que se ha multiplicado «por siete» la facturación por la venta de merchandising del club y gracias también en gran medida a la línea propia de producto.

Petón se centró en los planes de futuro del Huesca. Reconoció que «tendremos que ser lo suficientemente inteligentes como para ir preparando el relevo al frente del club, que dentro de poco tendrá que conducir lo que nosotros anticipamos» y recalcó que el Huesca «ha vivido desde siempre de anticiparse al futuro y de marcar signos distintivos».

El presidente de la Fundación Alcoraz asemejó al club altoaragonés con el AJ Auxerre por la humildad, el número de habitantes de la población y de la provincia y por el modelo de crecimiento. Los franceses llegaron a ganar Ligas y Copas, pero cometieron un error, que fue «depender de una sola persona» y ese «es el peor que podemos cometer». Por ello, Petón aboga por «no traicionar el estilo» que ha llevado al Huesca hasta aquí.

También dijo que cada partido del Huesca, solo en territorio nacional, «lo ven como mínimo 400.000 personas y muchos de ellos miran qué es Huesca», por lo que la entidad también es un gran motor económico de la ciudad y de la provincia.

Y en cuanto al futuro más inmediato, tanto Ortas como Petón reconocieron que el club trabaja en dos posibles escenarios y planes deportivos en función de la categoría. El director general resaltó que entre los derechos de televisión, los ingresos propios y la ayuda al descenso, que no gastarán entera, «podríamos sacar un presupuesto de unos 17 o 18 millones de euros durante dos años». Además, para rebajar los gastos, «hemos incluido contratos con cláusulas de escape y reducciones de salarios en caso de descenso», concluyó Ortas.