El Huesca sumó en su visita a Reus un punto que debe considerar como bueno. El equipo aragonés sigue sumando y se mantiene al frente de la tabla de Segunda División pese a que atraviesa el peor momento de la temporada. Solo ha sido capaz de sumar 2 puntos en las cuatro últimas jornadas, pero incluso así mantiene a 6 puntos de distancia al tercer clasificado, que es el Cádiz tras su triunfo del pasado sábado.

Las bajas y los malos resultados han cambiado un tanto la cara del conjunto de Rubi, que ha perdido la chispa que lo llevó a dominar de manera imponente una gran parte del campeonato. Ayer sumó la ausencia a última hora de Gallar, que quedó fuera de la convocatoria por problemas en los isquiotibiales. Tampoco estuvieron Akapo, Cucho Hernández o Rulo, además de los sancionados Melero y Pulido.

El poder ofensivo del Huesca baja enteros, lógicamente, con tantas ausencias, mucho más ante un equipo como el Reus, que una vez más jugó muy ordenado. Pone muchos problemas a los rivales para superar su tela de araña y es un conjunto que, pese a no destilar calidad, es capaz de generar situaciones de gol en todos los partidos. De hecho, solo ha encajado 21 goles en 30 jornadas por los 28 que lleva a favor.

Como el escenario del Huesca ha cambiado, el equipo altoaragonés dibujó un partido cerrado en el que pudiera sacar algún beneficio. Un empate significa seguir sumando y esa fue su premisa. Le faltó en el primer acto llegar más al área rival. Fran Carbia estuvo a punto de adelantar al conjunto catalán a los cinco minutos de juego tras rematar con la pierna derecha un centro desde la misma banda a cargo de Jorge Miramón, pero Moi Gómez respondió dos minutos después con un tiro bajo que obligó al meta Edgar Badia a lucirse y a enviar el balón a saque de esquina.

Sin un claro dominador del juego, las llegadas eran constantes a las dos áreas y en el minuto 24 David Querol falló una ocasión muy clara del Reus, ya que su compañero Lekic le había dejado completamente solo ante Remiro. Su disparo, de puntera, se marchó muy desviado. Diez minutos después, Alexander González intentó batir a un Badia que, atento, desvió el esférico a córner. Dos ocasiones para cada equipo, pero ninguno pudo inaugurar el marcador.

El segundo fue incluso peor en este aspecto. Perdió la posesión del balón y no creó peligro en el área rival. Este acto fue para el Reus en cuanto al juego se refiere, y Karim Yoda asistió a Lekic en el minuto 52, pero el punta no pudo rematar con claridad. López Garai buscó la magia de Raphael Guzzo, que entró al campo por Carbia,

Los cambios de Rubi solo sirvieron para constatar que era un buen día para conformarse con un punto. Quitó a Vadillo primero para meter a Rescaldani y luego despachó a sus otros dos hombres más ofensivos, Chimy Ávila y Ferreiro, que se marcharon para dejar espacio a Kilian y Camacho, lo que supuso que el cuadro de Rubi acabara el partido prácticamente metido en su área.