El Huesca vuelve a casa, el mejor antídoto posible para olvidarse de los últimos tres partidos, este sábado contra un Lugo (16.00 horas) que pelea por no descender y que, además, es el tercer peor visitante de la categoría de plata. En definitiva, que se dan todos los alicientes para que los oscenses dejen a un lado las dudas surgidas en los últimos duelos en cuanto a su juego y den un golpe de autoridad.

Suena a tópico, pero otra vez los altoaragoneses se refugian en la solidez mostrada en El Alcoraz para mitigar la decepción mostrada fuera de casa. Como en casi todo el año. Es el sustento que permite a los de Míchel mantenerse en la zona noble a punto de todo y de nada a la vez. Pero más allá de la puntuación, sostén imprescindible de un ascenso, necesita también seducir a la grada con su fútbol y eso pasa, en gran medida, por la ambición.

Los azulgranas necesitan ganar y hacerlo bien. No ha estado contento Míchel tras los partidos contra Elche, Tenerife y Oviedo por la puesta en escena, que ha sido pobre en ejecución y corto de anhelo ofensivo, especialmente en las segundas partes. Con el marcador a favor los oscenses se apagan, se arrinconan y no consiguen defenderse a través del gobierno de la pelota. Ahí ha mostrado una debilidad que se ha vuelto en contra con crueldad, pero que requiere de solución para evitar sustos. Los tantos de Pere Milla e Ibra en el descuento deben servir de advertencia de cara al futuro, igual que el sufrimiento final frente al Tenerife.

En el plano deportivo, la principal preocupación en el tramo final de la semana era Jorge Pulido, pero el capitán finalmente, como confirmó Míchel, podrá ser de la partida. El central tiene una fractura en el pómulo y tendrá que jugar con una máscara. Por lo demás, uno de los grandes alicientes será ver la apuesta del técnico madrileño en la punta del ataque, ya que Míchel podría optar por juntar de inicio a Okazaki y Rafa Mir. En cuanto al resto del plantel, pocos cambios se prevén. Habrá uno obligado, que será la entrada en el lateral izquierdo de Javi Galán por el sancionado Luisinho. Además, el meta Rubén Yáñez sufre una lesión muscular en el recto anterior y será baja para el duelo, por lo que Valera se sentará en el banquillo.

Por su parte, el Lugo llega revitalizado por su último triunfo contra el Albacete, pero con importantes bajas. Curro Torres no podrá contar con su capitán Carlos Pita por sanción y se quedaron en Lugo Canella, Tete Morente, Carlos Castro, Lebedenko y los lesionados de larga duración Borja Domínguez y Campillo.