El Huesca pagó caro sus errores defensivos y la dudas de Sergo Herrera en la primera parte y, pese al gol de bandera de Samu Sáiz que sirvió para acortar distancias al borde del descanso, perdió el encuentro frente al Girona y una condición de invicto que había mantenido durante 12 jornadas consecutivas.

El conjunto catalán tomó la delantera aprovechando las dudas de la zaga altoaragonesa y de Sergio Herrera en las salidas. Primero fue Portu quien sacó fruto de las facilidades de los oscenses en el minuto 39 y dos después, en el 41, Sandaza transformó un penalti para abrir una brecha que parecía enrome. Sin embargo, sobre la bocina del descanso Sáiz se sacó un disparo portentoso que superó a Bono sin que el guardameta marroquí pudiera ni adivinar la trayectoria del misil.

Contracorriente y frente a un rival muy vertical y decidido a sellar cuanto antes el ascenso directo a Primera, el Huesca intentó la igualada hasta el último segundo, arriesgando en los cambios e imprimiendo carácter, pero apenas dispuso de ocasiones ni llegó a inquietar a Bono. En la última jugada (m.94), Sandaza sentenció el choque con el tercer tanto de los locales. Aun con la derrota, el Huesca continúa una jornada más en posición de promoción de ascenso.