Jorge Miramón, que fue presentado ayer como primer fichaje de la Sociedad Deportiva Huesca para su estreno en Primera División, señaló en su presentación que está «muy orgulloso» de formar parte del club oscense.

El nuevo jugador azulgrana, que nació en Zaragoza y tiene 29 años, llega procedente del Reus de Segunda División y ha ocupado la posición de lateral derecho en su anterior club, aunque antes había actuado en el centro del campo. La nueva incorporación del Huesca se mostró muy contento con el paso que ha dado, «dar el salto a Primera».

«Llevo luchando toda mi vida y que ahora confíen en mí me hace sentir muy orgulloso. Llevo la espina clavada de cuando estuve en el Leganés, ya que no pude seguir en Primera, y ahora puedo hacerlo con el Huesca», destacó.

El objetivo personal del jugador aragonés es «empezar bien la pretemporada e intentar jugar, ayudar y sumar» lo que pueda. Miramón explicó que desempeñando la posición de lateral derecho lleva una temporada y que, ofensivamente, puede resolver más cosas porque está «más acostumbrado» por su pasado como centrocampista.

Jair se va y Ávila, cerca / Tras la presentación de Miramón tomó la palabra Emilio Vega, director deportivo del Huesca. Confirmó que Chimy Ávila, que esta temporada ha estado cedido por el San Lorenzo de Almagro argentino, «es casi seguro» que continuará en la disciplina altoaragonesa en Primera División y, sobre Álex Remiro, «habrá que esperar a ver qué sucede» y avisó que no se resolverá pronto porque tiene solamente un año de contrato y costará resolver la situación del navarro.

El que es seguro que no seguirá en la Sociedad Deportiva Huesca es Jair Amador. El central, que ha permanecido dos campañas como azulgrana, se despidió ayer de la entidad y de la afición a través de una carta en las redes sociales. Su destino es el Maccabi Tel Aviv de Israel.