El Huesca mostró su debilidad como local y cayó ante el Peralta. Los navarros realizaron el partido que más les interesaba y, en la segunda mitad, tras verse superados en el inicio por los azulgranas, supieron hacerse con el control del encuentro. Al final, los aficionados oscenses mostraron su malestar con el entrenador Angel Chamarro con numerosas protestas, solicitando su dimisión ya que el conjunto azulgrana, por primera vez en la temporada, se pone en puestos de descenso directo.

Desde el comienzo del partido el conjunto navarro se adueñó del centro del campo y dominó el juego, merced a la mejor actitud y acierto de sus jugadores. Las ocasiones de los visitantes llevaban el nerviosismo a los jugadores del Huesca, con nervios e imprecisiones que les impedían hilvanar jugadas y llegar con peligro hasta la portería defendida por Cacho.

Tras el descanso, el conjunto oscense saltó al campo con la intención de desarrollar un juego más ofensivo, que le permitió crear ocasiones de peligro. En el minuto 57 el delantero Barbarín tuvo una buena ocasión, pero su remate salió fuera por poco, y en el 68 fue Bona el que llevó el peligro hasta la portería navarra. Los hombres del Peralta no se dejaron intimidar por la salida de su rival y se adelantaron en el marcador a los 75 minutos por medio de Rafa. A falta de seis minutos Oscar Murillo sentenció de cabeza.