El Huesca volvió a ganar después de pasar ocho jornadas sin conseguir un triunfo y sumando solo 4 puntos. Su triunfo da un enorme respiro al conjunto de Rubi, que se mantiene en la pelea por el ascenso directo, donde aprieta al Rayo Vallecano y el Sporting, los dos primeros clasificados. El conjunto oscense tuvo que remontar el gol de penalti de Aleñá en el minuto 57. Lo hizo rápido, en solo 7 minutos. Gonzalo Melero, que no marcaba desde febrero, y Chimy Ávila llevaron la alegría a la grada de El Alcoraz, que volvió a registrar un ambiente fantástico. La victoria del Huesca le deja a dos puntos de los dos primeros puestos de la tabla, mientras que el Barcelona B sigue en descenso después de igualar la racha de su rival de ayer de ocho jornadas sin conocer el triunfo. El puesto de su entrenador, Gerard, está en peligro. Podría caer en breve.

Tras ganar a la Cultural Leonesa por 1-0 en la vigésima sexta jornada, el equipo oscense encadenó una sucesión de ocho partidos sin ganar, con cuatro derrotas y cuatro empates, lo que lo alejó del liderato de LaLiga 1/2/3. Con esta victoria, el Huesca se mantiene en el tercer puesto con 62 puntos, dos menos que los dos primeros, el Sporting y el Rayo Vallecano.

La primera ocasión del partido fue para el Huesca. Un disparo de Ferreiro desde la frontal del área se marchaba rozando el palo. Poco después llegaba la réplica del Barça B, cuando Cucurella disparaba tras un primer tiro rechazado por Remiro. Finalmente el portero, que estuvo muy atento desde el minuto 1, atajaba sin problemas.

El partido había comenzado con mucho ritmo, al contrario de lo que pudiera parecer entre dos equipos muy presionados, necesitados de puntos para cortar sus respectivas crisis. Sin embargo, hubo continuos ataques, conducidos habitualmente por Aleñá y Ferreiro, los futbolistas más destacados de sus equipos.

El Barcelona se adelantó en el marcador con un gol de penalti de Carlos Aleñá en el minuto 57. Alexander González había derribado previamente a Íñigo Ruiz de Galarreta dentro del área, una falta que fue muy protestada por El Alcoraz. Como poco, el penalti señalado a favor del conjunto azulgrana fue riguroso.

Pudo noquear al Huesca el gol, pero solo tres minutos más tarde el capitán Gonzalo Melero devolvió las tablas al choque tras rematar desde cerca un servicio con la cabeza de Chimy Ávila, quien en el minuto 64 puso por delante al cuadro de Joan Francesc Ferrer, Rubi, con una jugada personal por la banda derecha tras recibir un preciso servicio por encima de la zaga azulgrana de David Ferreiro.

El Barcelona B lo intentó hasta el final, pero no pudo y ni siquiera supo empatar un encuentro que se le puso a su favor. No supo mantener el marcador ofreciendo una pobre imagen a lo largo del partido, y con pocos recursos en todos los sentidos pese a que algunos de sus futbolistas demostraron tener un talento individual muy por encima de lo que se suele ver en los encuentros de Segunda División.