Tan reservado como bromista. Los compañeros del CAI Zaragoza 2011-12 recuerdan a Robert Archibald como un tipo introvertido pero con mucho humor, un gran jugador al que las lesiones ya no permitieron dar su mejor nivel en el Príncipe Felipe pero sí ejercer como veterano en el vestuario. De camino a la retirada, que se produjo después de los Juegos Olímpicos del 2012 en Londres, el único jugador escocés de la historia en la NBA hizo una última parada en Zaragoza. Antes había estado en el Unicaja, Joventut y Valencia en la ACB y, antes, en Toronto, Phoenix, Orlando y Memphis, donde coincidió con Pau Gasol en el 2002. En la madrugada del sábado falleció a los 39 años por causas aún desconocidas en su casa de Illinois, donde trabajaba en una agencia de seguros.

“Estuvo solo un año con nosotros, el segundo en la ACB que fue el de la consolidación con un décimo puesto, y me consta que en el vestuario tenía una muy buena relación con todos porque era bromista y creaba buen ambiente. No fue su mejor año pero a nivel grupal conseguimos consolidarnos”, indica el artífice de su fichaje por el entonces CAI Zaragoza, Willy Villar. El director deportivo del Estudiantes, impactado por la tragedia, destaca la carrera de Archibald. “Tuvo una carrera muy dilatada en España, cuando llegó dejó su impronta de buen jugador y repitió varios años en muchos clubs, lo que quiere decir que dejó buena huella como persona también”.

“De vez en cuando aún recordamos algunas de las bromas que nos hacía cuando nos juntamos gente de esa época”, dice Albert Fontet, debutante aquel año en la ACB. “Me ayudó bastante, era mi primer año y no sabía ni por dónde me daba el aire y él siempre me daba consejos. Entre Robert y Cabezas me ayudaron mucho”, señala el pívot, que recuerda a un joven de la cantera que quiso hacerle una broma pegándole una zapatilla con esparadrapo en la taquilla a la que el escocés respondió mojándole la ropa y metiéndosela en el congelador. El chaval tuvo que irse a casa con ropa prestada.

“Es una pena que las lesiones no le dejaran demostrar lo bueno que era, porque era muy bueno. Lo veías entrenando y hacía cosas que decías, pero Robert… manejaba las dos manos y era muy listo”, rememora Fontet. Algo muy parecido recuerda Roberto Pérez, el júnior del CAI de aquel año ahora en el Opel Zavisa Alfindén de Liga EBA. “Era bastante bromista, con un humor muy fino. Parecía más reservado, no era tan hablador como otros ni había tanta afinidad porque no hablaba español pero ejercía ese rol de veterano, siempre nos ayudaba, nos daba consejos a los más jóvenes”.

Pérez también destaca su calidad en la pista, algo que se notaba pese a que en Zaragoza no rindió a su nivel. “Había estado en muchos equipos y sabía mucho del juego, era un jugador muy experimentado. Era su último año profesional y ya no tenía esa explosividad pero sí tenía poso, sabía cómo funcionaba el tema y aportaba bastante”, indica el jugador, que compartió muchas jornadas con él. “Yo también tuve una época mala de muchas lesiones y coincidimos en muchas rehabilitaciones. Estábamos casi siempre juntos lesionados”, rememora.

Las condolencias se han ido sucediendo a lo largo de la jornada tanto de los clubs donde jugó, incluido por supuesto el Casademont Zaragoza, pasando por la Universidad de Illinois y excompañeros como Pau Gasol, José Manuel Calderón, Pedro Llompart o Sam Van Rossom. Hijo de Bobby Archibald, capitán de Escocia y Gran Bretaña en los ochenta, empezó a jugar en el Dunfermline Reign escocés antes de ir a la Universidad de Illinois, donde jugó cuatro años hasta ser drafteado en el 2002 en trigésimo primera posición por los Grizzlies. Fue 42 veces internacional con Inglaterra desde el 2007 y disputó los Europeos del 2009 y del 2011 y se retiró tras los Juegos Olímpicos del 2012. Desde entonces había vuelto con su familia a Illinois, donde trabajaba en una compañía de seguros.