Imanol Idiakez ha aceptado su delicada situación. Sabe que es complicada y que se la juega, no contra el Cádiz, pero sí ante el Tenerife y en los encuentros sucesivos. Mirar al pasado de poco sirve, así que el técnico donostiarra mira a su futuro más inmediato. «Me siento fuerte, no es la primera vez que paso por dificultades», dijo el entrenador. Sabe que el fútbol es complicado «y más en nuestra profesión, la de entrenador», así que está «centrado, intentando mantener la calma y analizando para buscar soluciones».

Para lograr concentrarse en su trabajo, que es su prioridad, el preparador vasco trata «de aislarse en la medida de lo posible de lo que hay alrededor». Eso sí, tampoco rehuyó hablar sobre su posición actual: «Soy consciente de dónde estoy y de la situación, pero tengo que estar lo más sereno posible. Tengo confianza en mi trabajo y en el equipo», apuntó.

Aunque lo que al final imperan son los resultados, el técnico agradeció el apoyo que la plantilla le ha brindado públicamente: «Uno está más tranquilo si los jugadores creen en el trabajo que se está haciendo. Eso lo sentimos. Tenemos la conciencia tranquila de estar haciendo lo mejor que podemos», comentó.

Mientras trata de dar con la tecla adecuada que devuelva al Zaragoza a aquel mágico de Oviedo, Idiakez espera conseguir una victoria, porque es una de las claves para comenzar a despegar. «Parecía que éramos un súper equipo. En Almería se torció por dos jugadas puntuales y desde entonces todo se ha puesto en contra. Tenemos que darle la vuelta siendo conscientes de las cosas que estamos haciendo mal, pero también de que tenemos potencial de darle la vuelta. Se trata de ganar un partido y que mantengamos la confianza», aseguró.

Así que, mientras trata de conseguir volver a elevar al equipo aragonés hacia el triunfo, «no queda otra que mantenerse de pie y demostrar que somos hombres y que queremos estar en este club, que evidentemente tiene una gran presión y dificultad».

LESIONES Y ARBITRAJES

Tampoco ayuda lo extradeportivo. Idiakez afirmó que no busca excusas, pero sí reconoció que «todo lo que nos pasa es negativo». «No quiero quejarme de las lesiones y arbitrajes porque dicen que eres un llorón, pero estamos teniendo mala suerte con ambas».

Esta noche vuelve a La Romareda, de la que espera «que esté con el equipo», porque «más allá de las personas o de mi figura, lo importante es el Real Zaragoza». El donostiarra volvió a apelar a que el club tiene el 13º presupuesto de Segunda, pero seguido de un «queremos ascender». «La única manera que tenemos de recortar esa distancia económica es que el zaragocismo esté unido», comentó el entrenador.

Pensando de nuevo en «lo mejor para el equipo», está «dándole muchas vueltas a todo y no es fácil la toma de decisiones», en referencia al choque ante el Cádiz. Una de ellas es Pombo, que al ser el único delantero con vitola de titular «si se lesiona me llamaréis suicida o kamikaze». Sobre Jeison Medina, dijo que «tiene posibilidades, desde que llegó está en su mejor momento de forma y es una buena opción».

Sobre el duelo ante el Cádiz en sí, «tenemos una obligación con esta camiseta y saldremos a ganar, aunque tenemos claras nuestras prioridades», aseguró de forma clara el técnico. «Queremos ganar mañana (por hoy) y el domingo ante el Tenerife. Jugamos en La Romareda ante nuestra gente, queremos dar buena imagen y que se vaya contenta a casa, pero no es fácil la toma de decisiones», afirmó sobre el once inicial contra el Cádiz.