El Real Zaragoza continúa preparando su puesta en escena de cara al inicio de Segunda División frente al Rayo Majadahonda. A lo largo de estas semanas, la plantilla comandada por Imanol Idiakez ha dejado muestras de su composición e identidad. Se trata de un equipo con una personalidad curtida desde el trabajo iniciado por Natxo González a lo largo de la pasada campaña y pulida a fondo con los detalles que el preparador vasco ha ido limando durante esta pretemporada.

El equipo sigue guiándose bajo el mismo esquema. Un plan de juego similar al que se puso en práctica el curso pasado y que está muy interiorizado por los futbolistas que componen la plantilla; incluso por los nuevos fichajes. La libreta de Imanol Idiakez ha incorporado diversos matices que componen la idea de juego zaragocista. La presión del equipo es más alta con respecto al anterior curso. Ante la Real se pudieron apreciar jugadas donde el equipo aragonés adelantó su línea defensiva hasta el centro del campo para ejercer una presión más feroz en campo del rival.

Otro matiz es la forma de juego con los laterales. El equipo se vuelca más hacia los costados, busca con mayor vehemencia a los jugadores de banda para crear peligro con centros laterales.

El sistema en forma de rombo es la esencia del equipo. Una formación con figura de diamante que introdujo el anterior técnico zaragocista y que ya se ha convertido en parte de la idiosincrasia del Real Zaragoza. Esta formación ha sido la que ha empleado Idiakez durante toda la pretemporada. Ni con la baja de Íñigo Eguaras —una de las piezas que más sentido daba al juego zaragocista— se optó por reformar el esquema. Ha sido en esa posición por delante de la zaga donde se ha producido un baile de candidatos ante la probable ausencia del navarro en el inicio de Liga.

El que más ha participado en esa posición de pivote único ha sido Diogo Verdasca. Idiakez ha decidido situar al defensa central lejos de su posición más habitual y se está postulando como uno de los candidatos más firmes para suplir la ausencia de Eguaras. También se ensayó en esa posición con Buff, que jugó la primera mitad en Tarragona, o el canterano Albert Torras, que se ubicó delante de la defensa ante el Boltaña y en Teruel. Quedan aspectos por perfilar, pero el Real Zaragoza es un equipo con una filosofía interiorizada.