Imanol Idiakez se estrenó ayer como entrenador del Real Zaragoza en partido oficial. Fue su primera toma de contacto con la Segunda División, en un encuentro tramposo. Que no admitía ningún tipo de confianza, pese al pensamiento que surge cuando se escucha hablar del Rayo Majadahonda. «Son un equipo que va a dar muchos sustos en la categoría. Han demostrado su valentía, piden la pelota y no se esconden. En líneas generales me voy contento», relató Idiakez.

Durante la primera mitad el conjunto zaragozano testó el partido ante un Rayo atrevido, sin intención de replegarse atrás como tantos otros clubs que visitan La Romareda. «El primer partido de temporada siempre es difícil. Se tiene la obligación de ganar y hemos vencido bien. Hemos hecho un buen partido en general, pese a haber sufrido en los últimos cinco minutos», comentó el preparador vasco. Después del descanso el Rayo trató de recortar distancias, pero se toparon con Cristian Álvarez. Desde ese momento, el Zaragoza disfrutó con el control de la contienda y dispuso de algunas oportunidades para haber conseguido un marcador más abultado. «En la segunda mitad hemos tenido oportunidades para haber marcado muchos más goles. Esto es un juego colectivo. Todo el mundo ha estado bien. Los delanteros viven del acierto y de las rachas, que Pombo marque es una buena noticia», comentó el preparador.

En los minutos finales retornó al primer equipo Giorgi Papunashvili, que volvió hace unos días a la dinámica de los entrenamientos tras recuperarse de una rotura de fibras. Entró el georgiano, no Alberto Soro, y se notó la falta de forma que todavía tiene que recuperar. «Papu estaba un poco ahogado. Estaba entre algodones y el ritmo se coge jugando. Con una semana de entreno tomará mejor forma», reconoció Idiakez. Fue el primer triunfo de la temporada para un Zaragoza sin sus piezas más preciadas.