Con 35 años, Francisco Manuel Alvarez Ruiz, más conocido como Miki Alvarez, es el joven entrenador del Mallén. Esta es su segunda etapa en el club mallenero. "Estuve de jugador dos temporadas tras acabar mi etapa de juvenil, ambas en Tercera División", recuerda.

Como jugador comenzó muy joven: "Desde que empecé en el Amistad, pasando por el Zaragoza, Stadium Casablanca y Ebro, han sido un total de diez temporadas en el fútbol base, y luego dos en el Mallén en Tercera División". Tuvo que dejar el fútbol a los 22 años a causa de una lesión.

Comenzó a entrenar muy pronto: "Fue a los 10 años en el Amistad, dirigiendo a chavalines de 6 años en un campeonato social". Luego compaginó el fútbol activo con los entrenamientos: "Dirigí al Amistad benjamín, y estuve cuatro temporadas en el Stadium Casablanca en infantiles y cadetes". Dejó el fútbol por motivos laborales, pero en cuanto pudo volvió a los banquillos: "En el San Gregorio estuve una temporada y tres más en Helios, en cadetes". Posteriormente se incorporó al Balsas juvenil, que militaba en Liga Nacional: "En mi primera temporada conseguimos el ascenso a División de Honor, donde mantuvimos la categoría durante las dos temporadas más que estuve allí", comenta. Dio el salto a Tercera División haciéndose cargo del Zuera. "Pero mi estancia fue breve ya que fui cesado en febrero, de ahí pasé al Ejea de donde dimití en el mes de marzo por discrepancias con la directiva". Esta temporada firmó con el Mallén: "Conocía al club y su manera de trabajar, humilde y con directivos que la mitad ya lo eran cuando era jugador, y la otra mitad eran compañeros míos".

De su equipo explica: "Es un equipo con un presupuesto muy bajo. Estamos arriba a base de lucha, ilusión y de trabajo. La meta es ir partido a partido y ver hasta dónde llegamos". En cuanto a sus rivales, advierte: "La Almunia es el gran favorito. El Giner es una sorpresa relativa, y si está ahí es por algo".

Miki Alvarez confiesa su ilusión: "Entrenar en Tercera División y consolidarme. Estoy pagando la media temporada en el Zuera, y no se me ha dado una nueva oportunidad en esa categoría". Pero reconoce con tristeza: "El fútbol no ha sido muy justo conmigo. Después de mi trayectoria creo que le he dado mucho más de lo que he recibido".

Miki es un entrenador trabajador donde los haya, que sabe sacar el máximo rendimiento a sus jugadores. Seguro que tendrá su oportunidad y, quién sabe, a lo mejor con su actual equipo: el Mallén.