Lo pudo decir más alto, pero no más claro. «Hemos hecho un partido horroroso». Así de tajante comenzó Imanol Idiakez la rueda de prensa para analizar la derrota, la segunda consecutiva, ante el Lugo. 90 minutos para olvidar de un equipo que ya conocía la exigencia que presenta el cuadro gallego en sus choques, uno de los conjuntos más complicados de vencer de toda la categoría.

El estilo Idiakez no se apreció sobre el terreno de juego, principalmente por el extraordinario planteamiento táctico de Javi López para anular el juego del Zaragoza. «La primera parte fue terrible. No pudimos jugar peor. Y la brecha no fue aún mayor en los primeros 45 minutos gracias a Cristian, que nos dejó con vida para mejorar en la segunda mitad», apuntó.

Ya en la reanudación del partido, el cuadro blanquillo salió en la búsqueda de su mejor versión, que ya se ha visto en varios partidos de esta campaña, pero, una vez más, esta se escondió en los vestuarios. «Teníamos la fe de que marcar un gol nos diese la vida, pero con el segundo del Lugo nos hundimos. Estamos jodidos pero esta es una buena lección», añadió Idiakez.

Uno de los principales culpables de las dos derrotas seguidas, especialmente la de ayer en La Romareda, fueron «las buenas sensaciones que nos llevamos del 0-4 en Oviedo. Desde entonces, hemos sacado pecho y hoy nos lo han partido», explicó el entrenador vasco.

Es cierto que esa euforia que pudiera apreciarse en el equipo por el espectáculo dado en el Carlos Tartiere tuviese parte de responsabilidad en lo sucedido ayer, aunque Idiakez reconoció «no haber entendido nada» del desarrollo del encuentro. «Nos han encerrado desde dentro y nos hemos dedicado a jugar el partido que ellos querían. Cada vez que perdíamos el balón en la medular rápidamente nos atacaban cinco jugadores contra tres nuestros», dijo resignado.

Asimismo, tomó nota de la clase impartida por el Lugo para próximos compromisos. «Este correctivo nos enseñará cosas. Entre otras, hoy nos han recordado lo que significa estar en Segunda División. La línea entre que todo funcione bien o mal es muy fina, y si hay que vivir partidos malos como éste, es mejor que pase ahora que no en próximos compromisos», destacó.

Cero puntos en las últimas dos jornadas. Resultados muy pobres para un equipo que pelea por el ascenso directo. Este nuevo «toque de atención duele más que el de Almería porque ha sido en casa, delante de nuestra afición», matizó Idiakez. Y agregó que el equipo «no tuvo la fe necesaria» para remontar un partido que se le puso cuesta arriba. A partir de ahora, hay que «ponerse el mono de trabajo para partidos así» y «no regalar 45 minutos a nadie», indicó.

«Simplemente no hemos entendido dónde estaban los espacios. Hemos perdido los balones en primera línea y cada pérdida era una contra. No hemos entendido el juego. Con el primer gol ha habido nervios en el ambiente y no nos hemos repuesto hasta el descanso», volvió a recalcar el técnico. «Esto nos lo podemos volver a encontrar y tendremos que saber sortear las defensas rivales si queremos ganar, y no venirnos abajo de esta manera. Con esta camiseta nunca podemos rendirnos», apostilló.

Una de las mayores complicaciones que se encontró el Zaragoza ayer fue la escasez de ideas de la dupla en la medular formada por Zapater y Javi Ros. No obstante, Idiakez no centró la responsabilidad de la derrota en los capitanes: «No creo que hayamos perdido por eso. Ambos funcionan muy bien. El año pasado jugaron mucho juntos y quedaron terceros en la clasificación. No son un problema para el Zaragoza», concluyó el vasco.