El mes de enero, ciclísticamente hablando, es la época del año en la que se celebran por todo el mundo los campeonatos de ciclocrós, cuya temporada concluirá en unas pocas semanas para dar paso ya al ciclismo de carretera. Esta especialidad ciclista, casi siempre, tiene un enemigo muy peculiar, que es el barro, lo que entorpece y frena el pedaleo de los corredores.

Estas impactantes imagenes se han producido durante la disputa del Campeonato Nacional de Ciclocrós de Estados Unidos, en las afueras de la ciudad de Hartford, la capital del estado de Connecticut, al noreste de la ciudad de Nueva York. Lo imposible era mantenerse en pie en la resbaladiza bajada.