Desde que comenzó la temporada 2020-21, el Casademont Zaragoza ha dejado de ingresar un millón de euros en concepto de abonos y entradas. A esa cantidad habrá que sumarle la de los pequeños patrocinadores que se van marchando ante la falta de público y quedará por ver qué ocurre con los 500.000 euros ingresados por los abonos correspondientes a los partidos del 2021. Si, como todo apunta, no hay aficionados en los pabellones, los abonados tendrán derecho a la devolución del dinero o a otro tipo de compensación.

Por eso, la situación es «muy preocupante» y el club aragonés trabaja con el resto de miembros de la ACB en busca de una solución conjunta. En esa línea se inscribe la carta publicada el miércoles, un documento de trabajo que los clubs querían consensuar ante la asamblea que tendrá lugar mañana pensando en la reunión con el CSD del 15 de enero. Los clubs, entre ellos el Casademont, entienden que así no se puede terminar la temporada. De hecho, si no hay medidas, el club necesitará aportaciones de sus consejeros o un crédito para hacer frente a sus gastos hasta final de temporada.

En los clubs existe un profundo malestar por lo que entienden un agravio comparativo con otras actividades y por lo que consideran una inhibición del Consejo Superior de Deportes, que abrió una puerta a la esperanza sobre la posibilidad de contar con público en los pabellones pero que mantiene canchas y estadios cerrados para el deporte profesional. Por eso el Casademont trabaja con el resto de clubs en busca de soluciones, bien a través de ayudas directas de organismos públicos, bien llegando a un acuerdo con las asociaciones tanto de jugadores como de entrenadores para reducir los salarios. El paro patronal sería la última opción.

El Casademont ya ha aminorado algunos de sus gastos de personal y de producción de los partidos, pero el grueso de sus desembolsos siguen igual pese a la considerable reducción de ingresos. La entidad aragonesa entiende que lo mejor es tomar medidas consensuadas y hay al menos 12 de los 19 clubs que conforman la ACB que están de acuerdo. Pero si no se alcanzara un pacto global el Basket Zaragoza se planteará tomar medidas para reducir sus gastos porque así no se puede terminar la temporada, aseguran.

El malestar

El club aragonés ya realizó un presupuesto conservador para esta temporada. De los 5.000.000 del curso 19-20 se ha pasado a 4.200.000 euros de presupuesto para este 20-21 con una previsión de 300.000 euros de pérdidas. Lo que no quiere el Basket Zaragoza es endeudarse y arrastrar ese lastre en el futuro. Uno de los principales problemas para afrontar esta situación es la incertidumbre, no poder prever exactamente cuál va a ser el impacto final de toda esta situación.

Por eso reclaman una posición más clara del Consejo Superior de Deportes y una ayuda por diferentes vías, tanto de ingresos como de reducción de gastos. Los clubs entienden que, sin público, perdiendo patrocinadores, toda la carga de gasto recae sobre ellos pero con muchos menos ingresos. A los miembros de la ACB no les gustaron las declaraciones del ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, en las que explicaba que no había público en el deporte profesional porque se podía ver por televisión. En el caso del baloncesto profesional los ingresos por derechos de televisión son mínimos. El pasado ejercicio, el Basket Zaragoza ingresó 600.000 euros de la ACB, que incluyen esos derechos y lo correspondiente a los patrocinadores de la Liga.

La pandemia no ha reducido los gastos, al contrario. El coste de las pruebas PCR que deben pasar todos los equipos es de 150.000 euros por club, cantidad que abona la ACB y luego descuenta a las entidades. En el caso del Casademont, debe pagar también las pruebas para poder competir en la Champions. Y se ha encontrado con que muchas aerolíneas y muchos hoteles han incrementado sus precios.

De esta manera, el Casademont ve cómo los gastos no se reducen en la misma medida que los ingresos y ve el futuro con preocupación, tanto el final de esta temporada como afrontar la siguiente. El impacto hasta ahora es de un millón de euros pero puede ser de un millón y medio contando solo abonos y entradas. A eso hay que sumar las pérdidas de patrocinadores. Por eso entienden que hay que tomar medidas y hay que hacerlo cuanto antes.