Con la llegada del otoño, el día acorta y bajan las temperaturas. El equipo con el que el senderista la montaña no tiene nada que ver con el propio de la época estival. Desaparecen las gorras y la manga corta. Una mala equipación supone el dolor, las rozaduras, el frío e incluso la posibilidad de un accidente. Le elección de la mochila para excursiones de media jornada es importante. Es importante llevarla algo más grande de lo necesario (30 litros de volumen) de tejido fuerte e impermeable.

El elemento fundamental son las botas. Deben ser seguras y cómodas. Por pistas se puede ir perfectamente con zapatillas de deporte de suela gruesa, pero por senderos es importante llevar calzado intermedio con botas de treeking. Para la humedad las botas deben ser fuertes e impermeables. El montañero tendrá que echar mano del gore-tex y el forro polar, los pantalones de algodón, la camiseta recia y el jersey de lana. Contra el viento y la lluvia se utiliza el chubasquero o la capa.