El Stadium Venecia se llevó la final de Copa juvenil en un encuentro de poca calidad, ya que supieron aprovecharse de los errores rivales para imponerse en el marcador. La primera mitad comenzó con tanteos por parte de ambos equipos, sin que hubiera un dominador claro. El Balsas era quien más tiempo poseía el balón, pero esto no se traducía en mejores ocasiones. De hecho, las únicas jugadas de peligro de los primeros compases del partido llegaron a balón parado, ya que ni unos ni otros se veían capaces de trenzar un juego fluido.

En un momento en que el partido parecía cobrar mayor rapidez llegó el primer gol del Venecia, anotado por un vivaz Blanco que burló a la desorientada defensa del Balsas. El partido, no obstante, seguía abierto, ya que los jugadores del Picarral seguían teniendo más el balón en su poder, y lo único que les faltaba era encontrar su camino hacia la portería.

Sin embargo, no lo encontraron, y el Stadium Venecia sentenció en apenas tres minutos, poco después de comenzar la segunda parte. Dos tantos de Carrillo dejaron la final resuelta, y abrieron la puerta a los nervios: algunos jugadores se enzarzaron en el centro del campo, y los incidentes se saldaron con la expulsión de Rived y Remacha. Este último, además, se lesionó la mano al darle un puñetazo a una de las puertas de los vestuarios.

Los ánimos se calmaron, pero el partido ya no tenía historia. El Balsas continuó con sus intentos de ataque, ya sólo movido por el pundonor, mientras que el Venecia únicamente tuvo que esperar a que el árbitro pitara el fin de la contienda.