Una cosa tienen en común las defensas del Real Zaragoza y del Huesca. Su mejor momento ha catapultado a sus respectivos equipos, propiciando la espectacular remontada de los zaragozanos y el liderato sostenido de los oscenses. Cuantos menos goles recibidos, mejor le ha ido a ambos equipos, que han recorrido una trayectoria opuesta en ese sentido. En la primera vuelta el Huesca encajó 15 goles, 0,71 por partido, mientras que en los 11 partidos de la segunda acumula 14 (1,27). El Zaragoza ha pasado de 26 en los primeros 21 partidos (1,24) a 8 en los últimos 12 (0,7).

Natxo González y Rubi llegan al derbi con una línea de cuatro atrás bien definida, aunque el vitoriano se va a ver obligado a recomponerla. Le faltará Grippo, su central más fiable, y está por ver si llega Alberto Benito. Después de muchas vueltas y pruebas, Natxo ha encontrado su línea defensiva. Alberto Benito ha sido el dueño del lateral derecho siempre que las lesiones se lo han permitido, desempeñándose como un lateral con mucho recorrido ofensivo pero con más problemas en la parte defensiva. En el otro costado se ha hecho con el puesto el canterano Lasure, un lateral sobrio, un jugador cabal que se equivoca muy pocas veces y que cada vez se suma más y mejor al ataque.

En el centro se ha impuesto al fin la pareja Grippo-Perone. El suizo es el que más partidos ha jugado (22) mostrándose como un central contundente que va bien de cabeza, no obstante acumula ya tres goles. El brasileño Perone también destaca por su altura y por ser expeditivo en sus acciones. A ambos les falta sin embargo una mejor salida del balón, lo que Natxo González ha solucionado con Eguaras. Verdasca ha cometido demasiados errores gruesos puntuales, mientras Mikel González ha estado por debajo de lo esperado y ha tenido muchos problemas de lesiones. En cualquier caso, todos ellos son nuevos este año en la plantilla zaragocista, más aún Perone, llegado en el mercado invernal.

Todo lo contrario sucede en el Huesca. Solo Pulido llegó el pasado verano, mientras que Brezancic, Jair y Alexander suman ya dos y hasta tres temporadas en las filas azulgranas. Además, mientras el Zaragoza ha ido cambiando de pareja de centrales, Rubi lo ha tenido claro desde el primer día. Jair y Pulido son indiscutibles. El portugués no se ha perdido ni una jornada, mientras que Pulido solo ha sido baja en dos ocasiones, una por expulsión y otra por acumulación de amonestaciones. La compenetración entre ambos ha sido total, mostrándose como una pareja solvente y con pocas fisuras. Jair tiene un buen juego aéreo, mientras Pulido destaca por su anticipación y el gusto por incorporarse al ataque.

Titulares y suplentes

En los laterales han sido fijos, siempre que las lesiones lo han permitido, Brezancic en el izquierdo y Alexander en el derecho. Ambos son bastante rápidos y ofensivos, con algún problema por la espalda. El venezolano puede jugar de interior, donde se desenvolvía la campaña pasada, pero los problemas de Akapo le han convertido en un fijo en el lateral. Sus ausencias han supuesto un problema para el Huesca. El equipo de Rubi notó muchísimo la baja de Alexander ante el Sporting o la de Pulido en Vallecas.

Esa es otra diferencia entre ambos equipos. En el Real Zaragoza los suplentes han solido responder. Julián Delmás no ha desmerecido a Alberto Benito, Lasure le ha acabado quitando el puesto a Ángel y Alain, mientras Verdasca ha ido cumpliendo cuando le ha tocado salir. El defensa con peor rendimiento en el equipo zaragozano ha sido Mikel González. En el Huesca la línea entre titulares y suplentes está mucho más delimitada, por eso los problemas para Rubi han llegado cuando las lesiones han afectado también a la zaga.