Juan Soler, expresidente del Valencia, se encuentra imputado por un intento de secuestro. Fue detenido el martes y este miércoles ha prestado declaración ante el juez de instrucción, que lo ha dejado en libertad con cargos y le ha ordenado un alejamiento de la víctima. Hay otra segunda persona involucrada. La Policía Nacional lo detuvo por intentar secuestrar a Vicente Soriano, que fue el presidente que lo reemplazó al frente del Valencia. Soler fue presidente y máximo accionista de la entidad valencianista entre el 2004 y el 2008. Fue el promotor del estadio Nuevo Mestalla, que está sin terminar de construir y sin fecha de ejecución. Dejó al club con una gran deuda económica y durante su etapa mantuvo unas excelentes relaciones con el presidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps y con la alcaldesa Rita Barberá. Según fuentes próximas a la investigación, el exdirigente habría contratado a un sicario para culminar la acción. Detrás de todo ello, a tenor de las primeras pesquisas, subyace la deuda que Soriano contrajo con Soler por la compra de su paquete de acciones en la frustrada llegada de Inversiones Dalport al Valencia CF, club que ambos presidieron y una cuestión que se encuentra actualmente en los tribunales.

La truculenta historia comenzó a fraguarse hace dos semanas, cuando la policía telefoneó a Soriano para transmitirle que su vida corría serio peligro. Nada le dijeron entonces de que detrás de la amenaza se encontraba Soler. Le recomendaron que no saliera de casa más de lo necesario, y que cuando lo hiciera siempre permanecería bajo vigilancia.

El último capítulo, por el momento, se escribió el martes. De nuevo una llamada policial confirmó a Soriano que la investigación ya estaba cerrada y había pruebas suficientes, al parecer incluso alguna grabación en vídeo, para detener a Juan Soler.