Se busca familia de muñegotes amarillos a la que no le importe ser freída a balonazos para ayudar al Zaragoza en sus prácticas de tiro . A Víctor no le vendría mal plantearse esta oferta imaginaria y poner a sus lanzadores a sudar delante de miles de barreras de plástico a ver si enderezan su puntería torcida. La especialidad del libre directo es una de las cuentas en números rojos esta temporada. La fuga tiene una doble trayectoria. Se aprovechan pocas y se conceden muchas. Una ecuación perdedora en toda regla. En 29 jornadas, en Zaragoza sólo se recuerda un tanto de falta directa, el peor guarismo de todos los Primeras, mientras que ha concedido a sus rivales, sea por méritos del lanzador, deméritos de Láinez o defectos de una barrera bajita, cuatro tantos de esta factura (es el segundo más generoso después del Murcia).

Este virus ha atacado con fiereza esta semana. Los galácticos utilizaron dos misiles de Beckham y Roberto Carlos para batir los vuelos de Láinez en la gloriosa final de Copa. De poco les sirvió. Ese día Fredson debía estar en Montjuïc tomando apuntes, porque el domingo desenfundó otro proyectil tierra-escuadra para dar el empate al Espanyol en La Romareda. La barrera de talla L se abrió ante el trallazo supersónico del brasileño y dejó un boquete preciso y mortal. Este gol arrebató dos puntos en el casillero del Zaragoza. No es la primera vez que el cuadro aragonés desatiende un partido en un tiro de falta. Más costoso fue cuando otro brasileiro llamado Assun§ao, y conocido por las parábolas que salen de sus benditas botas, acertó en la cruceta en la jornada 5. Ese pecado costó tres puntos dolorosos (0-1).

Sin especialistas

Las otras dos ocasiones que el Zaragoza ha encajado un friqui ha cerrado el partido con empate. También en La Romareda y también en el Fondo Sur (en este arco se han anotado los cuatro goles de falta en este estadio), Yeste proyectó el 0-1 para el Athletic en la jornada 14. Los zaragozanos terminarían firmando un 2-2 tras un 0-2 inicial. El único tanto de este estilo firmado lejos del estadio municipal llegó en Villarreal, en la jornada 6, justo una semana del golazo de Assun§ao. Víctor, otro consumado cañonero, metió el 1-0 en El Madrigal. El partido acabaría 1-1.

Por contra, sólo en una ocasión el Zaragoza se ha servido de un libre directo para abrazarse al gol. Eso sí, escogió al dedillo a su presa. Fue frente al Murcia, el colista en Primera y en la lista de víctimas a balón parado. Los pimentoneros han sufrido seis tantos de esta guisa, el peor de la Liga. Savio, el único especialista verdadero en el Zaragoza, fue el encargado de abrir el marcador en ese encuentro que finalizaría 2-0. Eso fue en septiembre, hace siete meses.