Poco podía pensar cuando huyó del hotel de San Fernando (Cádiz) con poco más que una bolsa de deporte y una maleta que, cuatro años después, subiría al podio como triunfadora de la selección española de atletismo. Indira Terrero, nacida en La Habana hace 28 años, logró el pasaporte de su nuevo país el pasado mes de marzo y ayer, en la primera final de 400 metros femeninos con presencia española en la historia de los Europeos, le robó la medalla de bronce por milésimas a la doble campeona del mundo y campeona olímpica, la británica Christine Ohuruogo.

La amplia sonrisa que lució en el tercer peldaño del podio en Zúrich reflejaba la satisfacción por el buen término de una aventura vital muy difícil de Terrero, protagonista de un bronce que vino de La Habana. Con tres atletas más (Yeimer López, Michel Pérez y Mauri Surel Castillo), se fugó a Castellón tras haber ganado con Cuba la medalla de bronce en 800 y la de oro en el relevo 4x400 en los Campeonatos Iberoamericanos disputados en San Fernando en verano del 2010. La pequeña Indira, apenas 1,61 metros de altura, encontró una mano tenida en el club Playas de Castellón, que incluso la empleó como monitora para que pudiera tener un jornal adicional.

Luego viajó a París, porque tenía un visado francés y la federación de aquel país la reclamó, pero la dejaron tirada y se tuvo que volver a Castellón en tren. Posteriormente bajó un poco más al Sur y se instaló en Valencia, en el club Terra i Mar, donde entrenada por Rafael Blanquer ha empezado a conseguir éxitos como los de ayer. Como cubana nunca había sido finalista individual, aunque sí con el relevo largo en dos Mundiales (Osaka 2007 y Berlín 2009) y en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.

Su carrera de ayer en Zúrich fue agónica. Subió al podio por convicción y por hambre de medalla después de permanecer mas de tres años sin poder competir internacionalmente. Eso quizá le dio la milésima que necesitaba ante Ohuruogo, que la igualó, según la fotofinis, hasta la última centésima. Terrero fue tercera, con 51.38, una marca que no conseguía desde su época cubana. Plata, con 51.36, fue la ucraniana Olha Zemlyak, y oro, con 51.10, la italiana Libania Grenot, que también tiene origen cubano. Aauri Lorena Bokesa, madrileña de origen guineano, fue octava, con 52.39.

"No sentía las piernas, solo los brazos", aseguró Indira Terrero para explicar el esfuerzo realizado en la carrera. "Pensé que había sido cuarta porque ella (Ohuruogo) es muy fuerte. Yo decía: 'tengo que llegar, no me puedo debilitar, tengo que seguir hasta la meta y me tiro'", añadió la hispanocubana.

La medalla de Terrero fue la cuarta para España en cuatro días de Europeo en Zúrich, tras el oro de Miguel Ángel López en los 20 kilómetros marcha, la plata de Borja Vivas en lanzamiento de peso y el bronce de Ángel Mullera en los 3.000 metros obstáculos.