Por Mestalla pasó un meteoro llamado Adriano. El jugador brasileño dio un recital y fue el gran artífice de la goleada del Inter con dos asistencias y un gol. Ante eso nada pudo hacer el Valencia más espeso de la temporada, que convirtió su mayor virtud en su peor pecado, con una defensa de cristal que permitió el empacho goleador de los italianos.

La presión del Inter trastocó el sistema táctico de Ranieri. Sólo cuando el balón llegaba a los pies de Aimar el juego de su equipo tuvo un cierto criterio. De las botas del argentino nació la mejor ocasión local en la primera mitad. Un centro suyo lo remató Di Vaio, pero Fontana sacó una mano prodigiosa (m. 14).

Pero si el Valencia tenía una cierta dinamita arriba, tampoco el Inter estaba cojo. Adriano rompió un choque abierto, con mucho tráfico en el centro del campo durante una primera mitad sin goles. Luego llegó el cortocircuito en la zaga valencianista, que vio cómo en dos minutos, su rival le hacía trizas. Primero fue un cabezazo de Stankovic (m. 47). El tanto dejó noqueado al Valencia, que iba a caer a la lona con el segundo gol, obra de Vieri (m. 49).

Pese al mazazo, el Valencia intentó levantarse. Di Vaio remató al palo. Más acierto tuvo Aimar, que conectó bien un servicio de Di Vaio (m. 72). Mestalla se encendió con el gol, pero no estaba la noche para milagros. Van Der Meyde logró el tercero (m. 76) y llevó el silencio a las gradas. Adriano hizo el cuarto (m. 80) y Cruz cerró la cuenta (m.91).