El Inter Movistar se proclamó pentacampeón de Europa de fútbol sala tras derrotar con claridad en la final por 2-5 al Sporting de Portugal, en lo que fue una reedición de lo ocurrido la pasada temporada, pero esta vez en Zaragoza y ante más de 8.000 espectadores que cubrieron el pabellón Príncipe Felipe.

En esta ocasión, la segunda consecutiva del equipo de Jesús Velasco, el marcador no fue tan contundente como en aquella (7-0), pero el conjunto de Torrejón de Ardoz volvió a demostrar que sigue siendo el rey de Europa por méritos propios, gracias a la calidad de su plantilla pero también a su trabajo en defensa.

El conjunto madrileño se adelantó con prontitud en el marcador, en el minuto 3, con un tanto de Gadeia. La alta presión que realizaba el equipo español ponía en muchos apuros al Sporting de Lisboa para sacar la pelota. A falta de combinaciones, el equipo de Nuno Días aprovechó un contragolpe en el minuto 7 para igualar la contienda por medio de Cavinato.

Tras un posible penalti a Solano, y después de un remate al palo de Gaedia con apenas dos minutos de intervalo, apareció en el Inter el genio de Ricardinho en el minuto 10 para adelantar nuevamente a los suyos en un gran trallazo. Llegó después el peor momento de los madrileños en la primera mitad. Elisandro, aprovechando su corpulencia sobre su marcador, se giró y envió un misil con la zurda ante el que el meta Sousa no pudo hacer nada.

Al poco de comenzar el segundo periodo, Rafael puso el 1-4 que prácticamente cerraba la contienda aunque un pundonoroso equipo lisboeta no tiró la toalla.

El Inter Movistar apenas dio opciones a su rival. Jugando con portero-jugador desde el minuto 36, el conjunto portugués acortó distancias gracias a Diogo en el 37, pero el cuadro madrileño no sufrió y Pola cerró con el 2-5.