Isabel Fernández, campeona olímpica, mundial y de Europa de judo en la categoría de menos de 57 kilos, será la portadora de la bandera española en la ceremonia inaugural de los Juegos de Atenas, según decidió ayer por unanimidad la Junta de Federaciones Olímpicas del Comité Olímpico Español (COE). La designación de la judoca de 32 años, campeona en Sydney-2000 y medalla de bronce en Atlanta-96, significó el descarte, entre otros, del portero de la selección de waterpolo, Jesús Rollán, y de la tenista Arantxa Sánchez Vicario, que logró recientemente una invitación especial de la Federación Internacional de Tenis para asistir a sus quintos Juegos, donde sólo participará en dobles.

CRITICAS DE EMILIO Mientras Isabel Fernández --la segunda mujer abanderada, después de la infanta Cristina de Borbón en los Juegos de 1988 en Seúl-- celebraba su elección colgando una bandera española y otra olímpica en el gimnasio que regenta en Alicante junto con su marido, el hermano de Arantxa, Emilio Sánchez, criticó con una dureza inusitada la designación.

"En ningún otro país habría pasado esto", aseguró el extenista. "A Isabel Fernández la admiro mucho porque es una gran deportista, pero cuando salga en televisión, en EEUU, por ejemplo, nadie sabrá quién es. Si tenemos figuras de fama mundial, tendríamos que saber aprovecharlas".

En el COE, en cambio, casi nadie dudó de la bondad de la elección.