Llega la hora de la verdad para Isabel Macías y Toni Abadía. Los atletas zaragozanos del Simply Scorpio coronan su magnífico invierno disputando el Mundial indoor que se celebra desde esta tarde en Sopot (Polonia). Ambos forman parte de un recortado equipo español compuesto por trece atletas individuales y en el que las esperanzas de medalla reposan en la saltadora vertical Ruth Beitia. Para Abadía es su bautismo de fuego en una competición internacional de pista, mientras que Macías ya es una atleta experimentada que ha disputado los Juegos de Londres, los Mundiales de Daegu y en pista cubierta ha corrido los 1.500 lisos del Mundial de Estambul y los Europeos de Goteborg, donde fue plata.

Macías disputa las semifinales de los 1.500 esta tarde a partir de las 19.35 horas, mientras que Abadía corre las semifinales de los tres kilómetros a las 20.25 horas. El objetivo de Macías es claro. Quiere meterse en la final de mañana, mientras que Abadía tiene muy difícil disputar una final plagada de africanos. "En el Nacional tuve una faringitis, pero ya estoy recuperada. Me he encontrado mejor en cada competición. Yo creo que ponerme mala me ha venido mejor y llego fresca a la competición", indica Macías.

La atleta más fuerte será la sueca vigente campeona de Europa Abeba Aregawi. La prueba también contará con dos etíopes, dos marroquís, tres americanas, dos rusas, la keniana Kibiwot y la local Urbanik. "Lo más complicado será meterme en la final. Ya en la final supongo que el ritmo medio será de 4.11, pero Aregawi romperá la carrera".

Toni Abadía ha preparado a conciencia la campaña de cross. Pero sus 7.51.69 en el Mitin de Zaragoza fueron totalmente inesperados. Después tuvo que replantearse la planificación invernal. El atleta del Scorpio acude a Sopot con gran moral. "No voy de espectador. Iré al cien por cien y no concibo disputar una carrera sin dar el máximo", afirma el mediofondista. En la prueba destacan los norteamericanos Bernad Lagat y Galen Rupp. Abadía confiesa que "no entrar en la final no sería para mí un fracaso. Me vendría muy bien correr a un ritmo de 7.50", dice.