En la primera etapa africana del Dakar, en la primera etapa de verdad del raid tras su paso promocional por Europa, Isidre Esteve se quitó la máscara. El leridano, el tapado del equipo Repsol-KTM, uno de los más potentes que toman parte en la carrera (ahí están con él Nani Roma y Marc Coma), se clasificó tercero ayer, lo que le sirvió para encaramarse al liderato en motos. En coches, Ari Vatanen (Nissan) fue el mejor en los 75 kilómetros que separan Tánger de Er Rachidia, y sumó así su 50º triunfo de etapa en la prueba que ha ganado cuatro veces.

En la que podría denominarse sin rubor Copa KTM , pues sólo hay una Alfer y una Yamaha entre los 30 primeros clasificados de la general, Esteve tiene 14 segundos de ventaja sobre el italiano Fabrizio Meoni, que fue el más rápido ayer en una especial más complicada de lo previsto por las fuertes lluvias caídas en la zona durante las últimas semanas. "Todo ha ido muy bien. Hicimos esta etapa hace dos años pero ha llovido muchísimo y había mucho barro, y el terreno cambiaba bastante. Era rápida, deslizante y divertida. Me lo he pasado muy bien a pesar de un cruce de un río bastante complicado", resumió el leridano, que confesó sentirse "muy satisfecho" por hacerse con el liderato: "Es una magnífica forma de comenzar en Africa", apuntó.

EL NEUMATICO ROTO DE ROMA Mientras Esteve celebraba su buena actuación, Roma maldecía su mala suerte. Perdió cuatro minutos por un problema con la rueda trasera. Acabó ayer 23º, a 5.09 minutos de Meoni, y bajó al 13º puesto de la general, a 4.03 de su compañero, siendo superado por Marc Coma, que es quinto, a 1.45. Roma se equivocó en la elección del neumático y no le importó confesarlo: "Opté por montar una rueda distinta a la habitual, ya que había llovido mucho, pero el terreno estaba más rápido y duro de lo previsto, y el neumático se ha roto". El piloto catalán andaba preocupado porque hoy tendrá que correr con la incomodidad que supone comerse la nube de polvo de los 12 pilotos que le preceden en la general. "Toca remontar, pero poco a poco y sin prisa", zanjó. Entre los favoritos, el francés Richard Sainct sufrió una grave caída que le ha lesionado el brazo. Aun así, sigue en carrera.

¿Y en coches? Triunfo de un ilustre veterano, Ari Vatanen. Lo del finlandés tiene mucho mérito. Aburrido de ganar el Dakar, se hizo europarlamentario en 1999. Pero el gusanillo de la competición le hizo volver el año pasado. Con un Nissan Pick-up (nada que ver con aquellos Citroën imbatibles), fue el más rápido en tres etapas. Ayer volvió por sus fueros para lograr un número tan redondo como el 50. Incluso batió a Peterhansel (Mitsubishi), líder de la general, por 10 segundos. El francés, séxtuple vencedor en motos, está decidido a llevarse el Dakar en coches después de haberlo perdido en la última etapa del año pasado por culpa de un choque con una roca.

BAJON DE SERVIA El primer español fue Josep María Serviá, 10º con su buggy Schlesser-Ford. El catalán, que llegó a encabezar la prueba en la segunda etapa, ha bajado a la séptima plaza porque ayer entró en la meta 2.06 minutos más tarde que Vatanen. En la general, está a de 2.01 de Peterhansel. Manuel Plaza (Suzuki) y José Luis Monterde (Mitsubishi) son los otros españoles destacados. El primero es 23º en la general y el segundo, 27º.