No hay tiempo que perder. Exhibiendo un acierto notable y un físico portentoso para la práctica del baloncesto, Niele Ivey probó ayer sus primeros lanzamientos desde la línea de triple del pabellón Príncipe Felipe. Es su tiro favorito, el que espera que le haga triunfar en el Mann Filter, su primera experiencia en las competiciones de Europa. La jugadora norteamericana se incorporó al entrenamiento vespertino del equipo, donde conoció a sus compañeras y al cuerpo técnico, y espera ya ansiosa su debut, mañana, contra el Cajacanarias, que visita la pista zaragozana a partir de las 17.30 horas.

A Kneely no le asusta volar. Incluso le gusta. Por eso no le supuso un trauma el fatigoso viaje que debió afrontar ayer. Como base o escolta, según las necesidades del grupo, la deportista llega a Zaragoza después de cuatro temporadas con el número 33 en la camiseta de las Indiana Fever de la NBA femenina. En las dos últimas coincidió con Kristen Rasmussen, ahora de nuevo compañera. Fue ella quien le dio a conocer el conjunto aragonés. "Me habló muy bien de la organización, de la gente, de la ciudad. Ella está muy contenta, se siente a gusto, y yo también quería tener una oportunidad aquí", explicó. "Además, me encanta jugar con ella", añadió antes de confesar que no conoce el historial del Mann Filter, pero que no tardará en aprenderlo. Y ya se interesa por algunos datos: "Tenemos que luchar por clasificarnos para la Copa. ¿La hemos ganado alguna vez?", preguntó.

AMBICIOSA Nacida en Saint Louis (Missouri), en los movimientos y palabras de Ivey se adivina ambición. "Me gusta ganar", afirmó contundente. "Quiero trabajar duro e involucrarme en el equipo", aseguró. En su último año en la WNBA alcanzó un porcentaje de 33,3 en tiros de tres, y el anterior, 39,3. Antes de su paso por la mejor liga del mundo se graduó en la Universidad de Notre Dame (2001), en el mismo equipo que Ruth Riley.

A sus 27 años, la nueva jugadora del Mann Filter ya ha vivido la experiencia de dar a luz a un hijo, que ahora tiene 2 años y que llegará a Zaragoza después de Navidad junto a su niñera. Se confiesa supersticiosa: una de sus manías, antes de saltar a la cancha para disputar un partido, consiste en escuchar la misma música --rithym and blues y rap--, vestir la misma ropa y comer los mismos alimentos. "Pero no estoy loca", aclaró con una sonrisa que no le abandonó en todo el día.

Los problemas físicos de Pilar Valero, que hoy se someterá a una ecografía para hallar solución a su quiste meniscal, han acelerado el fichaje de Niele Ivey con el fin de suplir la ausencia de la escolta zaragozana, reforzando la capacidad anotadora del perímetro exterior, y han precipitado la consiguiente salida de Ivelina Vrancheva, a la que el club aragonés ha dado la baja por ocupar también plaza de extranjera.