Es el Jaén junto al Zaragoza el peor equipo de la segunda vuelta, con solo 12 puntos de los 39 disputados. Para el equipo zaragocista esos terribles números le han situado en la pelea por salvarse cuando su aspiración en la teoría era luchar por regresar a la élite. En el caso del cuadro andaluz, un recién ascendido, le han condenado a pisar una zona de descenso a Segunda B que no ocupaba desde hace casi seis meses, 23 jornadas después en concreto. Así acude hoy a La Romareda, en medio de una guerra de nervios tras 4 citas sin ganar y la sensación de que su candidatura a bajar está subiendo enteros.
El Jaén llega eso sí, en la lucha por su meta, por la única meta de un club que solo destina 1,5 millones a sus salarios del primer equipo y que tiene el presupuesto más bajo de la categoría de plata. Por ahí, nada que objetar. Sin embargo, el temor se ha instalado en el club andaluz, porque la permanencia es vital para una entidad que ha sacado el convenio con sus acreedores con los números de permanecer no menos de dos años más en Segunda. Sin esos ingresos, el futuro se vería mucho más que comprometido, casi negro.
La mala racha y los pobres resultados de las últimas semanas han disparado rumores, algunos con más base que otros. Se sabe que Jona, estrella del equipo con 14 goles, retornará al Granada, de donde salió cedido y se intuye que Jozabed, el mejor asistente y el encargado de mover al equipo, puede tomar rumbo al Rayo Vallecano, ya que acaba contrato en junio, algo que el propio jugador se encargó esta semana de desmentir. Las opciones también apuntan al entrenador, artífice del ascenso y que podría tomar rumbo al Córdoba.
Salidas y rumores
El caso es que el vestuario no es un remanso de paz. No al menos el que debería ser cuando aún tienen en la mano la salvación. El cóctel de posibles salidas se completa con las habituales desavenencias entre entrenador y plantilla, que siempre surgen en tiempos de crisis. Todo negado, claro, en la parte pública, pero lo cierto es que Herrero tiene una guardia pretoriana clara, un once definido con mucha presencia de jugadores claves el curso pasado. Baste decir que de los fichajes en enero --Sutil, Óscar Rico, Joselu y Rúper--, solo Óscar Rico, que llegó desde el Tenerife, tiene una presencia habitual.
El Jaén ha perdido solidez en los últimos tiempos y ha bajado en intensidad defensiva, dos de sus mejores armas. Y sigue con poco gol. Por eso el camino que se ha señalado públicamente desde la plantilla es el de la unión y la consigna es remar todos juntos. Esta semana lo recalcó José Jesús Aybar, segundo entrenador desde el pasado verano y director deportivo las tres últimas temporadas, el otro gran responsable con Herrero del retorno jiennense a la categoría de plata. "Cuanto mejor acabe esta temporada mejores opciones habrá. Nadie está pensando en largarse antes de tiempo, entendiéndolo por abandonarse, bajar la tensión o la voluntad. Eso no pasa", afirmó.
